Elaborarán cartografía de cambios y riesgos ambientales para una región del Chaco
El origen de las fluctuaciones climáticas estaría asociado a factores dinámicos vinculados a la circulación atmosférica y oceánica. En general no se los registra como característica propia del clima de esta región. Es posible advertir transformaciones que se presentan recurrentemente y que pueden afectar a la población, sus actividades y su salud en los espacios urbanos.
Hay estudios que demuestran que entre los efectos de esta variabilidad climática están la pérdida de cultivos, de ganados, erosión de los suelos, incendios forestales, disminución y agotamiento de las napas freáticas y eventualmente, subterráneas, desabastecimiento de agua para beber, eventos hidrometeorológicos extremos, entre otros.
Los continuos cambios en el estado del ambiente derivan también en trastornos sanitarios. En épocas de inundaciones se advierten ciertas patologías asociadas a la presencia de agua estancada y la presencia de alimañas asociadas a la humedad persistente y del mismo modo en épocas de sequías se observan patologías respiratorias relacionadas con el ambiente seco.
De modo transversal a todo este campo de estudio, la estudiante de la carrera de Licenciatura en Geografía de la Facultad de Humanidades de la UNNE, Micaela Flores, presentó un proyecto de investigación para analizar las transformaciones del paisaje durante periodos de sequías e inundaciones, en los municipios de Puerto Barranqueras y Puerto de Vilelas mediante la detección de los cambios en las coberturas de la tierra (humedales, vegetación, área urbana, entre otros) y elaborar cartografías de cambios y de riesgos ambientales.
Con esta propuesta accede a una Beca de Estímulo a las Vocaciones Científicas del Consejo Interuniversitario Nacional, cuyos directores serán la doctora Liliana Ramírez y el profesor Julio Meza.
La investigación tendrá 1 año de duración y se encuadra además en el proyecto “La situación de salud en las provincias del Nordeste Argentino. Una herramienta para la formulación de políticas públicas” dirigido por la doctora Alejandra Fantín.
“Nuestro interés se enfoca-expresó Micaela Flores- en estudiar, analizar y encontrar los impactos que provocan las transformaciones del paisaje, esenciales para la Planificación Territorial que implica la gestión e intervención de los espacios geográficos”.
“La recurrente alternancia entre períodos de sequía e inundación provoca modificaciones en el paisaje, las que son percibidas y cuantificadas mediante imágenes de satélite, de este modo los resultados pueden ser analizados y es posible así elaborar documentos cartográficos que visibilicen las áreas más afectadas por estos fenómenos naturales”.
Geotecnologías
La becaria utilizará para la investigación lo que técnicamente se denominan “fuentes primarias y secundarias”. Para las primeras serán fundamentales las salidas al campo en las que se recorrerá el área de estudio y se validarán los resultados de las actividades de gabinete.
Entre las segundas se encuentran los datos de Censos Nacionales de población, hogares y viviendas, estadísticas climáticas e hidrológicas, imágenes de satélites, datos provenientes de organismos públicos y la prensa, entre otros.
La mayor parte del trabajo se realizará mediante el uso de las geotecnologías como son los Sistemas de Información, recursos muy potentes que permiten integrar y almacenar la información geográfica, además de llevar a cabo análisis espaciales de los cambios en el paisaje, generando nueva información y abriendo nuevos caminos para la investigación.
La becaria se suma el equipo liderado por la doctora Ramírez que viene trabajando hace varios años en la detección de cambios en las coberturas de la tierra, la salud ambiental y los riesgos en áreas urbanas de la provincia.
Datos de Contexto
En base a estudios realizados con anterioridad se destaca que, “en la provincia del Chaco las precipitaciones parecen seguir una tendencia actual generalizada, es decir, la alternancia de periodos húmedos y secos. Sin embargo, en los últimos años se ha observado una disminución de los montos pluviométricos con respecto a la normal, lo que indicaría que, actualmente nos encontramos en el interludio de una anomalía negativa histórica”
Diversos informes señalan que déficits de lluvias se combinan con máximas extremas de temperaturas que dan lugar a un empeoramiento de la situación, en particular en la región NEA. Según la Entidad Binacional Yacyretá, el año 2020, resulto ser el quinto año más seco desde 1961. El déficit de lluvia osciló mayormente entre el 20% y 60% respecto de los valores considerados como normales cuya repercusión puede observarse en los bajos caudales del río Paraná y está asociada a la persistente escasez de precipitaciones ocurridas en la cuenca de este curso donde se observaron anomalías negativas.
Sobre este fenómeno algunos responsabilizan al cambio climático, otros al aumento de la población a la que hay que nutrir de agua, también a la expansión de la frontera agropecuaria; pero también están los que sostienen “que se debe a la característica intrínseca de las precipitaciones: su variabilidad natural”.
En consecuencia –señala Micaela Flores- “es nuestro propósito aportar al conocimiento de las transformaciones del paisaje que se presentan en períodos secos y húmedos como un aporte al conocimiento de los espacios locales en el contexto de cambio climático donde se presentan con mayor frecuencia eventos extremos que afectan a la población y sus actividades”.