El sueño de selección de Fortunado Rolfi tras la gran primera temporada en la Liga Nacional de Básquet
El basquetbolista de 22 años, exRegatas de Resistencia, analiza su presente, rememora sus inicios y comenta los desafíos en un deporte que le apasiona y lo tiene compenetrado con todas sus energías.
Fortunato habla claro adentro y afuera de la cancha. Sencillo, humilde, profesional y carismático, no olvida de dónde viene y tiene en claro hacia dónde va. Con 22 años, el base nacido y formado en Regatas Resistencia, tuvo una gran temporada en la Liga Nacional de Básquet, consolidando todo lo que mostró y demostró en las formativas y en la liga local; en la búsqueda permanente de mejorar su juego, con el sueño de vestir alguna vez la casaca de la Selección Argentina de Básquet y volver al club de sus amores en algún momento.
En diálogo con Agencia FOCO y de visita a la capital chaqueña, “Fortu” habla sobre su primer año en la Liga Nacional jugando para Riachuelo de La Rioja (NdR: perdió frente a Instituto de Córdoba en cuartos de final en la temporada 22-23), donde tuvo que adaptarse al nivel táctico, pero con un balance muy positivo y gran aprendizaje. También refiere sobre su pasado en el squash, el momento en que debió decidir por uno u otro deporte y su idolatría en las redes sociales. Su mensaje a los jóvenes es que “deben entrenar duro y salir de su zona de confort”; no sin antes ratificar su sueño celeste y blanco.
-Fortu, tu primer año de Liga Nacional, ¿cuál es el balance que hacés respecto a tu paso por La Rioja?
La verdad que algo nuevo, algo muy lindo. Me costó mucho adaptarme al nivel y el balance es muy positivo, muy muy bueno, con mucho aprendizaje.
-Cuando decís, “me costó adaptarme, ¿a qué te referís específicamente? ¿A lo físico, a lo estratégico, a lo táctico?…
Más que nada a lo táctico. En lo físico, gracias a Dios, siempre estuve bien. A jugar de acuerdo al rival, a sus disposiciones tácticas… Hay que ser fuerte de cabeza. En eso, más que nada, me costó que mi cabeza esté bien durante todo el año, ya que es una Liga muy larga.
-Tenés veintidós años, ¿Qué recordás de aquel que decidió dejar el squash?
El squash fue algo que se desgastó, porque a mí me gusta mucho compartir con compañeros y el squash es algo muy individual. No me daba ganas de ir a entrenar… No me costó mucho dejarlo activamente, nada más fue un cambio pero nunca dejé de hacerlo. Hoy sigo yendo a jugar, porque es un deporte que me gusta.
– Cundo podes estar en Resistencia, siempre volver a ver a Regatas, ¿no?
Sí, sí, volver a ver a Regatas, ir a correr o a entrenar al club lo voy a hacer siempre; porque es mi club. Al igual que Sarmiento, son clubes que quiero, que vengo sin problemas, donde me abren las puertas.
-Si bien te falta mucho para dejar la actividad profesional, ya que estás arrancando…. ¿Tenés pensado venir a alguno de estos clubes en algún momento?
Calculo que sí, calculo que voy a terminar en Regatas, que es el club de mi vida.
-¿Cuáles son los desafíos que se vienen? ¿Qué tenés pensado para la próxima temporada? ¿Cuál es tu objetivo?
Sí, ahora enfocarme a mejorar los déficits que tuve durante la temporada y tratar de mantener esa teoría. No sé en que equipo, pero sí estoy a la espera nada más a lo que me comunique mi representante.
-Te pregunto porque generaste una idolatría muy importante, porque pudimos ver en redes sociales que muchos chicos te siguen, gustan de tu básquet, de tu intensidad, de todo lo que aportas al equipo…
Sí, sí; la verdad que fue algo que me asombró, que me sorprendió. Me sorprendió mucho que un nene me venga a traer un muñequito mío. Cuando llegué a mi casa, me di cuenta lo que era eso. Y los mensajes de mi familia, de mis familiares, ahí fue cuando caí. No sé, fue algo hermoso.
-Son cosas que por ahí uno no las tiene analizadas ni pensadas, teniendo en cuenta que lo que genera la Liga también, con gran exposición mediática.
Claro, es algo totalmente nuevo que nunca mi vida me pasó. El cariño que me brindó La Rioja fue hermoso, más que nada al final de la temporada cuando empecé a tomar más protagonismo y a cerrar mejor los partidos. Fue algo que suma mucho.
-Aparte una infraestructura deportiva impresionante que tiene Riachuelo, ¿no?
Es increíble el estadio, las instalaciones del Súperdomo; la dirigencia del club es joven, con mucha gente dispuesta a trabajar y nunca nos faltó nada.
–Si bien sos muy joven y con largo camino por recorrer aun: ¿Cuál es el mensaje para los chicos, que hay muchísimos que te observan y quieren seguir tu ejemplo?
Creo que es algo que siempre digo a cualquiera que me cruzo: que entrene, que haga el extra. No hay secreto ahí, es extra; que es lo que te hace mejorar. Y que puedan salir de la zona de confort. Se puede vivir normal, pero hay que arriesgar. De eso se trata. Siempre entrenando hora extra.
Por último, si bien me decís que tenés para definir tu futuro en la Liga o donde sea: ¿soñás también con la Selección?
Sí, obvio. La selección siempre fue y es mi sueño. De chico que veo esas cosas… Me ha tocado enfrentar a los jugadores de selección este año como Tayavek Gallizzi y es algo hermoso.