El río Paraná atraviesa la bajante más prolongada de la historia
El vocal de la Administración Provincial del Agua (APA), Gustavo D´Alessandro, advirtió que desde hace prácticamente 14 meses el río Paraná no supera los promedios normales y habituales, con lo cual consideró estar ante «la bajante más prolongada de la historia». Por estas horas, el río está nuevamente por debajo de 1,5 metros en el hidrómetro del Puerto de Barranqueras y casi todos los cauces de la Gran Cuenca del Plata (Iguazú, Paraguay, Paraná y Uruguay) están con un déficit hídrico «muy marcado», aseguró.
El escenario es complejo y no se modifica a pesar de las lluvias que se registraron en el último mes en esta región, más allá que algunas aportaron generosos milimetrajes. «Si las precipitaciones no se dan en las altas cuencas, no tiene impacto real ante la falta de agua que estamos atravesando no sólo en el Chaco sino en todas las provincias del norte argentino, Paraguay y Brasil», explicó.
Las perspectivas no son alentadoras. Según la información que maneja la APA, basada en los estudios realizados por el Instituto Nacional del Agua (INA) para lo que resta de abril, mayo y junio, las precipitaciones van a ser por debajo de lo normal; con lo cual el nivel del río continuaría muy deprimido.
Agua en la superficie
A pesar de las particularidades que acarrea esta bajante histórica, las lluvias del último mes trajeron cierto alivio al suelo, que daba muestras evidentes de falta de agua desde hace un tiempo considerable. La zona que más receptó estas precipitaciones fue el sudoeste chaqueño, pero en lo últimos días ocurrieron fenómenos similares en El Impenetrable, lo que permitió, cuanto menos cargar los reservorios.
«Las lluvias nos ha traído, efectivamente, un gran alivio, sobre todo para los intendentes y todos los que trabajamos en el interior luego de haber atravesado una sequía muy importante», indicó D´Alessadro. El vocal de la APA aseguró que las precipitaciones favorecieron mucho a los sectores agrícolas y ganaderos, pero a la vez favoreció el acopio de agua para los sistema de potabilización que todavía están funcionando en el interior.
De todas maneras, aseguró que esto «no revierte el déficit hídrico de las napas; contamos con agua superficial pero, lamentablemente, las napas que son las que permiten recargar los acuíferos subterráneos y permite extraer agua a través de perforaciones todavía están muy deprimidas», remarcó. De cara al corto plazo, y con las previsiones poco alentadoras respecto de las lluvias en los próximos meses, el organismo provincial en articulación con los intendentes trabajan en un plan de contingencia para encarar el próximo trimestre.
Producción afectada
El «estrés hídrico» que se viene registrando hace poco más de un año, como consecuencia del bajo caudal del Paraná, genera a la vez grandes desafíos en lo que hace a la producción de agua potable, sobre todo para abastecer a los grandes conglomerados urbanos como el Área Metropolitana del Gran Resistencia. «Los lugares más críticos son aquellos que no cuentan con un sistema de red de acueductos, pero en los últimos 12 o 13 años hemos avanzado mucho en la concreción de estas obras», apuntó D´alessandro.
De hecho, este jueves estará en la provincia el presidente, Alberto Fernández visitando, puntualmente la obra prácticamente a inaugurarse que el acueducto de El Impenetrable, que se suma a los que se construyeron sobre la vera del río Bermejo.
«La situación más complicada está en el norte de la provincia, que no tiene acceso al agua de red, a través de los acueductos; como algunas regiones del oeste, donde continúa el acarreo de agua», explicó. En este sentido, existen convenios con 17 municipios para el acarreo de agua y asistencias con perforaciones, lo que se suma a un plan para mitigar eventuales emergencias que se produzcan como consecuencia de distintos fenómenos como los incendios que se producen como consecuencia de la sequía.
En cambio en las zonas donde las tomas se encuentran sobre el río Paraná, Paraguay y Bermejo «se hicieron dragados y mejoramiento de tomas», explicó el vocal de la APA, además de canalizaciones y mejoramiento de los cuencos. No obstante, D´Alessandro recordó que «estas condiciones del río afectan los tiempos de procesamiento del agua para consumo humano, porque implica más demora en la potabilización; de allí algunos inconvenientes que se producen en el área metropolitana».