El Presidente planteó la necesidad de un «diseño de políticas públicas a medida del ser humano»
Alberto Fernández participó de la presentación de la Unidad Ciencias del Comportamiento y Políticas Públicas del CES y subrayó que a través de esta herramienta la idea es «que las personas tomen mejores decisiones para sí mismas y para el país».
El presidente Alberto Fernández reivindicó la idea del «diseño de políticas públicas a medida del ser humano» y subrayó que «el diálogo como punto de encuentro es posible en este querido país», al participar de la presentación de la Unidad ‘Ciencias del Comportamiento y Políticas Públicas’ del Consejo Económico y Social (CES).
A través de un mensaje grabado para la reunión encabezada por el secretario de Asuntos Estratégicos y presidente del CES, Gustavo Beliz, Fernández dijo que la idea es «que las personas tomen mejores decisiones para sí mismas y para el país» y sostuvo que la Unidad Ciencias del Comportamiento comprenderá «una autentica política de Estado».
Esta Unidad «es una convocatoria de estudios, con 150 académicos de la Argentina y exterior, como politólogos, neurólogos, psicólogos, abogados, neurocientíficos, matemáticos y expertos en Big Data», señaló el mandatario.
Y remarcó que «este es un primer paso rumbo a la consolidación de una agencia de evaluación de políticas publicas, y a que se consolide una institucionalidad moderna, ágil y al servicio de la Argentina».
«El diálogo como actitud edificante que sintetice la voluntad de sectores diversos es nuestro compromiso», consideró Fernández.
Ejemplificó que el Derecho Penal se inició con las «teorías clásicas concebidas en las lógicas mecanicistas y que que tuvieron un mérito, que fue fijar limites del derecho penal para garantizar hasta donde el Estado podía avanzar en el reclamo social y también para empezar a darle proporcionalidad al castigo en función de lo que cada uno hacía».
Añadió que «los estudios de ciencias económicas postulaban dos variables para cometer un delito: el monto de pena y ser capturado por la policía». Y reconoció que «estas herramientas no fueron eficaces, porque sentencias muy largas o actuaciones policiales, por sí solas, no disminuyeron el delito».