El Presidente evalúa pedir la renuncia a funcionarios que responden a gobernadores tras el traspié de la ley Ómnibus
El presidente Javier Milei viene evidenciando en redes sociales y en la intimidad un fuerte malestar al referirse a la sesión en la que se vio obligado a retirar la Ley Ómnibus para evitar una derrota política más contundente.
En una jornada marcada por duras críticas desde Israel hacia los legisladores de bloques dialoguistas, a quienes acusó de «descuartizar» el proyecto y tildó de «delincuentes», el Presidente ya está considerando los próximos pasos a seguir. Aunque suele afirmar que prefiere esperar para tomar decisiones, fuentes oficiales confirmaron, según difundió Clarín, que está analizando la posibilidad de solicitar la renuncia de los funcionarios vinculados a las provincias, a quienes acusa de incumplir acuerdos.
«No se descarta ninguna opción», aseguraron fuentes gubernamentales, añadiendo que el Presidente evaluará caso por caso la situación de los funcionarios, luego de señalar a los opositores que votaron en contra de varios artículos del proyecto «Bases para la libertad de los argentinos». Este revés en la Cámara baja ha generado un impacto considerable dentro del Gobierno.
Entre los gobernadores señalados se encuentran Carlos Sadir (Juntos por el Cambio), Rolando Figueroa (ex MPN), Hugo Passalacqua (Frente Renovador de la Concordia), Gustavo Sáenz (massismo) y Martín Llaryora (Peronismo no K). Los funcionarios vinculados a Sáenz y Llaryora están particularmente bajo escrutinio.
En especial, los funcionarios cordobeses, estrechamente ligados al gobernador Martín Llaryora, enfrentan una situación difícil. Figuras como el secretario de Transporte, Franco Mogetta; el presidente del Banco Nación, Daniel Tillard; y el titular de la ANSeS, Osvaldo Giordano, están en el centro de la controversia, especialmente después de que la diputada nacional Alejandra Torres, esposa de Giordano, votara en contra de algunos incisos del proyecto.
En paralelo, la secretaria de Minería, Flavia Royón, quien responde a Gustavo Sáenz, también está bajo observación debido al comportamiento de los diputados afines al gobernador en la votación. Su apoyo proviene de sectores empresariales, pero su posición sigue siendo precaria.
Mientras Milei analiza la situación desde Israel, su círculo cercano se reunió en Buenos Aires con altos funcionarios del Gobierno para discutir el tema. Aunque no fue el motivo principal de la convocatoria, se confirmó que se abordó la cuestión.
«Se está estudiando cada caso, porque no todos son iguales», afirmó una fuente cercana al mandatario.
Aunque los plazos para una posible decisión de Milei no están claros, en el Gobierno entienden que, a menos que haya renuncias voluntarias debido a los comentarios, será necesario esperar hasta el martes, cuando el Presidente regrese a Argentina tras su audiencia con el Papa Francisco.