El merendero “Rayito de Sol” Alimenta a 50 niños en la intemperie y con fuego a leña
Cuando el amor por el prójimo supera a todo, los obstáculos se convierten, a penas, en un detalle. Es el caso del Merendero “Rayito de Sol” donde Doña Elena cocina para 50 chicos del Barrio Chacofi bajo la intemperie y con fuego a leña. La vocación de la solidaridad, es un poder sin límites.
Doña Elena es cocinera del Merendero “Rayito de Sol” ubicado en el Barrio Chacofi, sin número de calle ni altura. Con sus 60 “abriles” prepara la merienda todos los días para los 50 chicos que asisten, sin falta, todos los días para recibir una taza de té o chocolate y pan o facturas. El merendero, recibe apoyo de la fundación “Somos Uno” y de la agrupación Encuentro Social. Sin embargo, por ahora, el sueño de contar con una infraestructura adecuada se hace esperar.
Para servir y poder ayudar a todos estos niños, Doña Elena prepara incansablemente, en una olla gigante, la merienda de la que se sirven los chicos del barrio Chacofi. Lo sorprendente es que cocina a la intemperie, llueva o esté el sol presente, y lo hace con fuego a leña.
El merendero “Rayito de Sol” recibe mercadería semanal de la fundación “Somos Uno” y desde la agrupación “Encuentro Social” empezaron a realizar gestiones para que Doña Elena pueda recibir una donación de infraestructura y una Naffe con una garrafa para poder ampliar su servicio, con calidad, a más chicos del barrio.
Sin embargo, mientras espera por el milagro donativo, Doña Elena sigue, sin parar, cocinando para los que más lo necesitan. Por qué el amor al prójimo y la vocación por la solidaridad, es una fuerza que no tiene límites.