El Gobierno confía en que los productores liquiden más de US$ 5.000 millones por el «dólar soja»
El Gobierno confía en que los productores de soja liquiden en septiembre más de US$ 5.000 millones en el marco de la implementación transitoria de un tipo de cambio especial de $200 por dólar para la exportación.
«Los US$ 5.000 millones son un piso, creemos que se va a superar ese monto» porque los productores «lo tomaron muy bien» al programa, dijeron fuentes oficiales al realizar un balance de los dos primeros días de implementación de la medida.
Tras remarcar que este esquema «termina el 30 de septiembre», las fuentes manifestaron su confianza en que «aliente a los productores a vender», y resaltaron que en estos dos primeros días hubo un porcentaje «mayor de lo esperado».
Al millón de toneladas negociadas por US$ 400 millones el lunes, en el primer día del programa, lo que significó “el volumen de negocios más alto desde marzo de 2017”, se sumó una cifra superior a las 700 mil toneladas.
“Este volumen de operaciones diario no se veía desde el 10 de febrero del año 2017, hace más de cinco años y medio”, resaltó la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR) a través de su informe del mercado de granos.
«Se dio un fuerte incremento en la actividad comercial, con participación de todos los jugadores tradicionales y ofrecimientos alcistas que acompañaron el anuncio del Programa», precisó la BCR.
El lunes comenzó a regir el Programa de Incremento Exportador, mediante el cual se aplica un tipo de cambio de $ 200 por dólar para las exportaciones de soja con el objetivo de acumular divisas y reforzar las reservas del Banco Central.
La medida se dispuso «de manera extraordinaria y transitoria» y se extenderá hasta el 30 de septiembre, periodo durante el cual los principales complejos exportadores se comprometieron a vender soja y productos derivados por al menos US$ 5.000 millones.
Por otra parte, las fuentes aclararon que «el compromiso de las cereales y la voluntad del Gobierno es mantener el precio en torno a los $70.000 la tonelada», y atribuyeron la leve baja de este martes a «fluctuaciones» normales del mercado.
«Vamos a trabajar para que no haya posición dominante y que se perjudique a los productores», aclararon las fuentes, tras lo cual aseguraron que «no debería haber problemas, sólo un impacto menor en otros sectores».
Asimismo, adelantaron que este miércoles saldría la reglamentación del decreto para aclarar algunos aspectos.
El precio de la soja con entrega inmediata y para las fijaciones de mercadería se negoció a $69.000 la tonelada en la BCR en el segundo día de vigencia del tipo de cambio diferencial para el complejo sojero de $200 por dólar.
En el mercado físico la cotización del poroto retrocedió $3.500 con respecto al lunes, cuando se ubicó en $72.500 la tonelada, aunque -indicaron las fuentes- también se registraron operaciones por $72.000.
La BCR señaló que «en la plaza doméstica se sostuvo la actividad comercial en el mercado de soja» y que el mismo contó con «un menor número de posiciones abiertas aunque con buena presencia de compradores activos».
En materia de precios, la entidad bursátil dijo que «las ofertas por parte del sector industrial tendieron a la baja con relación a la anterior rueda de negocios».
Según indicaron fuentes del mercado a Télam, la baja obedeció a dos razones: la abundante oferta de mercadería local y las bajas registradas en el mercado de Chicago.
«Apareció mucha oferta local», coincidieron las fuentes, quienes destacaron también que los precios «siguen con buenos niveles» y que los «productores tienen que aprovechar esta ventana que se abrió para intentar mejorar sus márgenes económicos».
Si bien el cierre actual se ubicó por debajo de los valores del lunes, respecto al viernes muestra un aumento de casi $19.000 pesos.
Asimismo, Chicago concluyó la jornada a la baja, con una merma en el contrato de septiembre del 1,35% (US$ 7,53) hasta los US$ 547,48 la tonelada, a la vez que el de noviembre perdió 1,53% (US$ 7,99) para concluir la jornada a US$ 513,95 la tonelada.
Esta baja radicó en la decisión de Argentina de ofrecer a los agricultores un mejor tipo de cambio para soja, lo cual «amenazó con aumentar la competencia de las exportaciones en un momento en que las ofertas estadounidenses suelen dominar el mercado, lo que tendió a apuntalar las caídas», explicó la BCR.