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El gas ruso vuelve a fluir hacia Europa pese a las tensiones por Ucrania

El gas natural volvió a fluir hoy por un gran gasoducto que va de Rusia a Europa luego de 10 días de cierre por mantenimiento, pese al temor de la Unión Europea (UE) de que Moscú no lo reabriera y cortara el suministro por las tensiones por la guerra en Ucrania.

De todos modos, el flujo estaba lejos de la capacidad máxima del gasoducto Nord Stream 1 y las perspectivas seguían siendo inciertas, lo que no disipa los temores de que Europa enfrente escasez de gas el próximo invierno, a partir de diciembre.

El operador Nord Stream AG dijo en un comunicado que el gas empezó a fluir otra vez hoy por la mañana, y su base de datos mostró que el combustible comenzó a arribar a destino poco después de la hora prevista para el fin del mantenimiento, las 6 a.m.

Según los primeros datos del operador alemán de esta red, Gascade, el flujo equivalía al que este gasoducto registró varias semanas antes de la suspensión de operaciones por mantención, alrededor de un 40% de su capacidad, informó la agencia de noticias AFP.

La guerra en Ucrania ha agriado las relaciones entre Rusia y países occidentales, entre ellos los de la UE, que impusieron una ola de sanciones a Moscú por haber invadido al país europeo.

Sobre el punto, el Kremlin aseguró hoy que las restricciones occidentales son la causa de los problemas técnicos en la entrega de gas ruso hacia Europa.

«Son estas restricciones las que impiden efectuar reparaciones del equipamiento, especialmente de las turbinas en las estaciones de compresión», afirmó el vocero de la presidencia, Dmitri Peskov, quien rechazó las acusaciones de que Rusia usa el gas como «chantaje».

En el contexto del conflicto en Ucrania y del pulso entre Moscú y los occidentales sobre la energía, la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, afirmó ayer que Vladimir Putin utiliza el gas como «un arma».

Hoy, Peskov reiteró que el gigante ruso Gazprom cumplirá «todas sus obligaciones», informó la agencia de noticias AFP.

El Nord Stream 1, que pasa por el mar Báltico desde Siberia hacia Alemania, había estado cerrado desde el 11 de julio por mantenimiento.

En medio de las tensiones por Ucrania, Alemania había expresado temores a que el gasoducto -la principal fuente de gas ruso, que representa hasta una tercera parte de todo el que consume Alemania- no reabriera en absoluto.

El director de la red reguladora alemana, Klaus Mueller, dijo que la compañía estatal de gas ruso Gazprom había notificado entregas de solo el 30% de la capacidad del gasoducto.

Más tarde tuiteó que el suministro estaba por encima de esa cantidad y que podría llegar al 40% de capacidad que tuvo durante semanas antes del mantenimiento, algo que no sería suficiente para resolver la crisis energética que enfrenta Europa.

«Lamentablemente, persisten la incertidumbre política y la reducción del 60% desde mediados de junio», escribió Mueller.

Gazprom redujo a mediados de junio a 40% su capacidad de suministro a través de Nord Stream, argumentando que le faltaba una turbina que se encuentra en mantenimiento en Canadá.

El Gobierno canadiense dio permiso a principios de mes para que la turbina reparada fuera enviada a Alemania, para lo cual tuvo que violar sanciones internacionales impuestas a Rusia por la invasión de Ucrania.

El Gobierno ucraniano fue el único que se quejó.

El gigante ruso Gazprom había asegurado que no podía garantizar la reanudación del suministro por el gasoducto, citando la ausencia de la turbina, necesaria para el funcionamiento de una estación de compresión.

Pero Alemania insistía en que eso era un «pretexto» político y que la turbina era una pieza de reemplazo que se suponía iba a ser instalada en septiembre.

El funcionamiento a media máquina de un 40% de la capacidad de Nord Stream implica un riesgo de que el aprovisionamiento sea insuficiente para las empresas y los particulares en los meses de invierno.

Para evitar una crisis mayúscula la Comisión Europea, el Ejecutivo de la UE, propuso ayer un plan para disminuir en un 15% de la demanda de gas en el corto plazo.

Esta propuesta, que debe ser debatida por los países, llevaría a limitar la calefacción de ciertos edificios, aplazar el cierre de las centrales nucleares e incitar a las empresas a reducir sus necesidades.

Al presentar la propuesta, la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, reiteró la denuncia de que Rusia «está utilizando el gas como arma».

Cerca de 29 GWh de gas fueron enviados en la segunda hora desde que el ducto volvió a estar operativo hacia la estación alemana de Greifswald, en el mar Báltico, dijo Mueller.

El presidente ruso, Vladimir Putin, que había anticipado que el ducto podría retomar sus actividades hoy, insinuó que el Nord Stream 1 funcionaría a 20% de su capacidad la próxima semana.

El mandatario ruso alegó que una segunda turbina que se encuentra en la actualidad en Rusia entrará también en mantenimiento a fines de julio.

 

Fuente: Télam

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