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El freno de las exportaciones de granos ucranianos vuelve a poner en jaque al planeta

Ucrania afirmó hoy que la salida de sus granos desde sus puertos del mar Negro era de nuevo «imposible» por culpa de Rusia, luego de que Moscú suspendiera su participación en un acuerdo de exportación de cereales bloqueados por la guerra tras acusar a Kiev de atacar ayer con aviones no tripulados uno de sus puertos en la península de Crimea y anunciara sus sospechas de que en esos ataques se utilizó material procedente de Canadá.

El Gobierno de Turquía -auspiciante y garante del acuerdo anterior que permitió la salida de millones de toneladas de cereales de Ucrania- inició hoy mismo conversaciones con Rusia para que el país regrese al acuerdo.

El ministro de Defensa turco, Hulusi Akar, dijo en Twitter que está en contacto con las otras partes del acuerdo para recordarles que la iniciativa ahora en suspenso es «por el bien de toda la Humanidad». «Las crisis se pueden resolver con buena voluntad y diálogo», subrayó el funcionario, citó Europa Press.

El pacto para desbloquear los despachos de granos firmado en julio por Rusia y Ucrania con la mediación de Turquía y la ONU era clave para aliviar la crisis mundial de alimentos provocada por el conflicto.

Un buque cargado con granos «debía salir de un puerto de Ucrania hoy», dijo este domingo en Twitter el ministro de Infraestructura, Oleksander Kubrakov.

«Estos alimentos estaban destinados para los etíopes, que están al borde de la hambruna. Pero debido al bloqueo del ‘corredor de granos’ de Rusia la exportación es imposible», dijo el ministro ucraniano, recogió AFP.

El presidente Joe Biden dijo que la decisión rusa es «indignante» y el secretario de Estado, Antony Blinken, afirmó que Moscú «nuevamente está tratando de convertir los alimentos en armas».

El secretario general de la ONU, Antonio Guterres, afirmó estar «profundamente preocupado por la situación», según su portavoz Stephane Dujarric, y la Unión Europea instó a Rusia a que «revierta su decisión».

En tanto, el ministerio turco de Defensa indicó que las inspecciones en Estambul de buques con granos ucranianos van a continuar «hoy y mañana».

El ministro de Relaciones Exteriores de Ucrania, Dmytro Kuleba, estimó que Rusia está bloqueando «dos millones de toneladas de granos en 176 naves».

Además, exigió a Moscú a que ponga fin a «sus juegos del hambre» y dijo que las explosiones fueron a más de «220 kilómetros del corredor de los granos».

Ucrania y la ONU habían informado anteriormente que el acuerdo seguía en vigor.

 

Amenaza de hambruna

 

El presidente ucraniano, Volodimir Zelenski calificó la decisión de Rusia «como una intención absolutamente transparente de volver a la amenaza de una hambruna a gran escalada en África y Asia».

Sin embargo, el Ministerio de Defensa de Rusia afirmó que una inspección de los restos mostró que los drones usaban navegación fabricada en Canadá y su punto de lanzamiento era la costa ucraniana cerca del puerto de Odesa.

La cartera rusa recuperó y estudió los fragmentos de los vehículos submarinos no tripulados que utilizó Kiev para atacar ayer la frota militar rusa, así como los barcos civiles, cerca de Sebastopol.

«Después de rechazar un ataque terrorista el 29 de octubre (ayer) contra la flota del mar Negro y los barcos civiles involucrados en garantizar la seguridad del ‘corredor de granos’, los restos de los drones submarinos usados por el régimen de Kiev (…) fueron encontrados y sacados a la superficie», indicó un comunicado del gobierno ruso citado por la agencia Sputnik.

Los especialistas del ministerio, en colaboración con otros departamentos gubernamentales, realizaron un examen de «los módulos de navegación de fabricación canadiense» instalados en los drones usados por Ucrania, con la colaboración de «representantes del Reino Unido».

«Según los resultados de la restauración de los datos de la memoria del receptor de navegación, se estableció que el lanzamiento de los vehículos submarinos no tripulados se llevó a cabo desde la costa cerca de la ciudad de Odesa», subrayó.

El ejército ruso también acusó al Reino Unido de estar implicado en las explosiones que provocaron fugas en septiembre en los gasoductos Nord Stream 1 y 2 en el mar Báltico, construidos para transportar gas ruso a Europa.

El Reino Unido rechazó las acusaciones y dijo que el ministerio ruso de Defensa recurre a «la difusión de afirmaciones falsas de una dimensión épica».

La portavoz de la diplomacia rusa, Maria Zajárova, dijo ayer que Moscú llevaría ese asunto, así como el de los ataques con drones, ante el Consejo de Seguridad de la ONU.

El presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, dijo anoche que la decisión de Rusia era «predecible» y afirmó que Moscú ya venía poniendo palos en la rueda del acuerdo desde el mes pasado.

Según el mandatario, unos 176 barcos cargados con trigo, cebada o maíz están impedidos de zarpar hacia países pobres de África y Asia que son importadores netos de alimentos y dependen de los granos ucranianos para evitar una hambruna.

El pacto fue suscripto el 22 de julio en la ciudad turca de Estambul con la mediación de Turquía y la ONU y facilitó la salida de 9 millones de toneladas de granos ucranianos por tres puertos ubicados sobre el mar Negro desde que entró en vigor, en agosto, según Naciones Unidas.

El acuerdo también permitió a Rusia reanudar la exportación de fertilizantes, que estaba sometida a sanciones internacionales impuestas a Moscú por haber invadido Ucrania en febrero pasado.

Desde que el acuerdo entró en vigencia, los precios globales de los alimentos bajaron un 15% respecto de los picos de marzo pasado y 100 millones de personas se salvaron de padecer hambre, según la ONU, que había instado a las partes a renovar el acuerdo cuando este venciera, el 19 de noviembre próximo.

 

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