El Equipo Fiscal analiza los últimos elementos hallados en la cárcel, que iban dirigidos a César Sena
Un mensaje oculto realizado en una hoja con bolígrafo sin tinta y un comprobante bancario por un millón de pesos, transferidos el año pasado por la fundación de Emerenciano Sena y Marcela Acuña, detenidos por el femicidio de Cecilia Strzyzowski, la joven de 28 años desaparecida desde el 2 de junio en Resistencia, fueron secuestrados en la cárcel donde está alojado el hijo del matrimonio, informaron hoy fuentes judiciales.
El procedimiento que se conoció hoy fue efectuado el viernes de la semana pasada en el Complejo Penitenciario I de Resistencia, donde permanece detenido César Sena, el esposo de Cecilia, quien está acusado por la Justicia de ser el autor del «femicidio» de la joven de 28 años.
Según las fuentes judiciales, el pasado viernes llegó al penal Mariano Sena, hermano de César, para llevarle alimentos y elementos de higiene personales.
Sin embargo, en una requisa de rutina, el personal penitenciario encontró entre las pertenencias que estaba llevando el hombre, una hoja rayada escrita aparentemente con bolígrafo sin tinta, por lo que sospechan que era un mensaje oculto dirigido al detenido.
Además, los penitenciarios hallaron un comprobante bancario, procedente del Nuevo Banco del Chaco con fecha del 17 de octubre de 2022.
Según lo informado por el jefe de la cárcel al Equipo Fiscal Especial (EFE), ese día hubo una extracción de dinero de la Fundación Saúl Andrés Acuña que tenía como destinatario un hombre llamado Marcelino Barrios, quien se dedica a la venta de elementos para la construcción.
«Consultado con el interno en cuestión, el mismo aduce no tener conocimiento de que la escritura y comprobante se encontraban allí», expresó en el informe entregado a los fiscales Jorge Cáceres Olivera, Jorge Gómez y Nelia Velázquez.
Ahora, el EFE investigará el contenido de lo escrito en esa hoja y el motivo por el que el hermano llevó ese ticket a la cárcel.
Nueva defensa para Acuña
En las últimas horas, Marcela Acuña nombró como defensora a la abogada Rocío de Jesús Ramírez.
Esa letrada y Ricardo Osuna, representante de Emerenciano, pidieron reprogramar las audiencias de oposición a la prisión preventiva dictada por los fiscales Jorge Cáceres Olivera, Jorge Gómez y Nelia Velázquez, que iban a realizarse esta semana ante el juez de garantías Héctor Sandoval.
De esta manera, el magistrado cambió la fecha de las audiencias para el 2 y 3 de agosto a las 9 de la mañana.
Cautelar presentada por la querella
En tanto, los abogados Juan Arregín y Gustavo Briend, representantes de Gloria Romero, madre de Cecilia, pidieron una medida cautelar de inhibición general de bienes ante la fiscalía de investigaciones.
Los letrados requirieron un informe de bienes inmuebles, automotores, motovehículos y lanchas a nombre de los imputados, dado que Gloria formalizará una Acción Civil resarcitoria.
«La información requerida permitirá asegurar el cobro del crédito que se reclamará, en concepto de daños, perjuicios daño moral y toda otra indemnización que se solicite», indicaron en el escrito.
Arregín dijo a Télam que la madre de Cecilia quiere «regalarle a Resistencia un hospital veterinario y a Ángela (su otra hija) un refugio para mujeres víctimas de violencia».
Finalmente, los abogados solicitaron que Gendarmería Nacional extienda el área de custodia de la mujer «en todo el territorio nacional», debido a que el lunes participará de una marcha en la Casa de Chaco, en la Ciudad de Buenos Aires, y luego viajará a «varios puntos del país».
El caso
Cecilia fue vista por última vez a las 9.16 del 2 de junio último, cuando una cámara de seguridad registró su ingreso en compañía de su marido a la casa de sus suegros, situada en la calle Santa María de Oro 1460, de Resistencia.
Según la resolución de los fiscales, Cecilia fue asesinada entre las 12.13 y las 13.01 en una de las habitaciones de la casa aparentemente por estrangulamiento en momentos en que se hallaba junto a César, Emerenciano y Acuña.
De acuerdo con la acusación, su cuerpo fue luego trasladado por César Sena y un colaborador de la familia, Gustavo Obregón, envuelto en una frazada y a bordo de una camioneta hasta la chanchería propiedad de los principales imputados, donde fue calcinada.
Finalmente, se cree que sus restos fueron esparcidos en distintos sectores de ese predio, junto a una de las márgenes del Río Tragadero, donde tiempo atrás se encontraron restos de huesos humanos y el viernes pasado otros fragmentos óseos que debe determinarse aún de qué son.
Además de los tres integrantes del denominado clan Sena, por el caso permanecen con prisión preventiva Obregón y su esposa Fabiana González (ambos asistentes de los Sena) y Gustavo Melgarejo y su mujer Griselda Reinoso (caseros de la familia), quienes están acusados de encubrimiento agravado.
