El ELN secuestra a un militar y Petro lo acusa de sabotear el proceso de paz
El presidente de Colombia, Gustavo Petro, acusó al Ejército de Liberación Nacional (ELN) de «sabotear» las conversaciones de paz en curso con su Gobierno, luego de que la guerrilla secuestrara a un sargento del Ejército.
El ELN informó ayer que tiene en su poder al sargento Libey Danilo Bravo, a quien capturó la semana pasada en el departamento de Arauca, en el este de Colombia, lo que suscitó la reacción del presidente.
«Condeno el secuestro del sargento Libey Danilo Bravo del Ejército Nacional. Estos son hechos que sabotean cualquier posibilidad de paz», expresó anoche el mandatario colombiano en Twitter.
«Estos hechos de violencia contra la fuerza pública y los que día a día padecen las comunidades no pueden tener cabida en nuestra sociedad», recalcó.
Los rebeldes aseguraron en un comunicado que el suboficial fue «detenido» el 14 de febrero, un día después de que delegados del gobierno y la guerrilla se sentaran en México para iniciar el segundo ciclo de diálogos tras un primer encuentro en Caracas, Venezuela.
«Está recibiendo el trato que corresponde dentro del marco de los derechos humanos y de acuerdo la realidad de la guerra que actualmente se vive en Arauca», fronterizo con Venezuela y bastión histórico de la insurgencia, agregó el ELN, informó la agencia de noticias AFP.
El Ejército ya había atribuido el secuestro de Bravo a la última guerrilla reconocida del país, que negocia sin pactar aún un cese al fuego y en medio de tensiones.
Está previsto que este segundo ciclo de contactos dure un mes y que se aborden cuestiones como el alto el fuego aún pendiente y la forma en la que la sociedad civil participará en la construcción de paz, dijeron las partes.
Esta nueva fase está marcada por las diferencias tras el anuncio de Petro de un acuerdo bilateral un alto el fuego que fue desmentido por la guerrilla.
El 1 de enero, el propio presidente Petro, un exguerrillero del Movimiento 19 de Abril (M-19), anunció que su gobierno había acordado una tregua de seis meses con cinco grupos armados, entre ellos el ELN.
Sin embargo, tres días después, los rebeldes negaron el acuerdo.
Finalmente, el Gobierno de Colombia suspendió el alto al fuego que había declarado y el 30 de enero, el ejército abatió en una «operación ofensiva» a nueve presuntos rebeldes del ELN.
Se trató del golpe más duro contra esa guerrilla desde que Petro retomó en noviembre pasado los diálogos que su antecesor, Iván Duque, mantuvo suspendidos durante casi cuatro años.
Luego de cerrar un primer ciclo de negociaciones a finales del año pasado en Venezuela con acuerdos para mejorar las condiciones de los presos del ELN, y el envío de una «caravana humanitaria» a zonas del suroeste del país donde la población civil vive confinada por la guerra, las partes llegaron a Ciudad de México con el cese de las hostilidades como principal objetivo.
Con unos 3.500 combatientes, la guerrilla del ELN tiene una estructura federada, con relativa independencia entre sus frentes, lo que dificulta un eventual acuerdo, según expertos.
Fuente: Télam