También la puntada final sigue siendo un problema a resolver. Tanto Sebastián Driussi como Iván Alonso y hasta el propio Casco tuvieron situaciones claras para poder marcar, en varias oportunidades, y así no llegar hasta el final del partido con la incógnita en el resultado, que se terminó inclinando de la mano de la pegada de Martínez, quien además de asistir con un gran pase en profundidad a Alario en la apertura del marcador, envió el centro en el gol de cabeza de Mora.
Con los tres puntos que se llevó de Mendoza, River quebró un récord fuera del Monumental: enfiló tres victorias consecutivas -ante Independiente de Medellín por 3-1, por la Copa, frente a Lanús por 3-1 y la de anoche contra los mendocinos- luego de más de dos años. Es que la última vez que River lo había logrado había sido entre diciembre de 2014 y febrero de 2015: 1-0 a Quilmes en la última fecha del Torneo Transición, 1-0 a San Lorenzo por la Recopa Sudamericana y 4-1 a Sarmiento de Junín en la primera fecha del Torneo de Primera División. Por aquel entonces, también había logrado 12 partidos sin caídas fuera de casa desde que asumió Gallardo -16 si se suma la etapa de Ramón Díaz-, hasta que perdió con Racing por 1-0 en el duelo que terminó definiendo el destino del Torneo Transición que ganó la Academia.
Un karma que queda atrás
Durante 2016, los partidos como visitante fueron un dolor de cabeza: el millonario jugó 20 duelos, entre los dos torneos domésticos, la Copa Libertadores y la Recopa Sudamericana. Y los resultados no acompañaron: perdió 10, empató seis y sólo ganó cuatro, frente a Trujillanos (4-0), Olimpo (1-0), Talleres (1-0) y nuevamente Olimpo (2-1). Para el reinicio del fútbol tras el extenso receso veraniego, una de las prioridades era poder dejar atrás las complicaciones que le traían las salidas del Monumental. Y lo está cumpliendo con creces.
Pero la expedición no tuvo solo buenas noticias. Marcelo Larrondo, quien viajó con el plantel para jugar con la reserva ayer a la mañana, al igual que Luciano Lollo y Tomás Andrade, no pudo estar. En la entrada en calor, sintió molestias de la lesión muscular en el aductor derecho que sufrió a principios de marzo y prefirió no jugar. Un paso atrás en la recuperación de un jugador que, hasta ahora, trajo más dolores de cabeza que satisfacciones en Núñez. Es que luego de la gran expectativa que generó su costosa llegada -se invirtieron 3.300.000 dólares para comprar el pase-, sólo contó con 131 minutos oficiales, entre un partido como titular y cinco en los que ingresó desde el banco, debido a los sucesivos problemas en la rodilla derecha. Ahora, se esperará al nuevo diagnóstico, aunque desde el entorno del jugador aseguran que no jugó por precaución y podrá estar a disposición en unos pocos días.
A pesar de esto, los éxitos en duelos fuera de casa que a priori eran más que bravos, hacen doblegar la historia y, en pocos días, sumó el 75% de las victorias que había logrado en tierras rivales durante el año pasado. Con cuatro victorias y un empate, los resultados y los rendimientos, con un marcado ascenso del nivel futbolístico respecto a la versión del último semestre, permiten dar rienda a la ilusión.