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Dólar: la AFIP refuerza el control sobre las importaciones y hay más preocupación en las empresas

Con las reservas del Banco Central en tensión, un saldo de la balanza comercial que arroja un déficit de más de u$s4.000 millones y el cierre del acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI), el Gobierno volvió a apretar el cinturón y bajó un 25% el cupo permitido para que las empresas importadoras realicen compras en el exterior. La Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP) recortó el monto autorizado para la compra de dólares según el sistema de Capacidad Económica Financiera (CEF) y algunas grandes empresas se vieron afectadas en su capacidad de importación. Esta decisión está íntimamente vinculada a la capacidad del Banco Central de retener reservas. Según Sebastián Menescaldi, Director Asociado de Eco Go a través de su cuenta de Twitter, el «BCRA consiguió reservas en el MULC por séptimo día consecutivo. Pero no es sólo mayor liquidación del agro -tras la incorporación del maíz al PIE- sino también por una mayor represión de la demanda, que está muy por debajo de las semanas previas». Vale tener en cuenta que en los últimos dos meses, el Gobierno viene habilitando las importaciones en mayor medida que los meses anteriores (fueron de u$s7.386 millones en el mes de mayo y de u$s7.177 millones en el mes de julio) aunque en términos interanuales sí se nota una caída que va en línea con la reducción de las exportaciones debido al agro. El martes, primer día del mes, las empresas vieron cómo se le redujo el CEF y, en algunos casos, hasta un insólito $1. «Si le bajás la capacidad económica y la empresa quiere seguir presentando SIRAS, pero con una capacidad menor, se restringe su capacidad de importación. En la gran mayoría de pymes siguió funcionando en la fórmula, pero las grandes empresas aparecieron con CEF de $1 y, aparentemente esos casos están vinculados con incumplimientos formales, pero, ahora, también, con supuestas empresas que no liquidaron divisas de exportación». El CEF es un mecanismo que utiliza el organismo para evaluar el perfil de las empresas antes de autorizar las compras de bienes en el exterior mediante el SIRA (Sistema de Importaciones de la República Argentina). La fórmula, depende de la AFIP y tiene en cuenta índices de solvencia, liquidez, agrega resultados y ventas – entre otras variables- y determina el valor, que se actualiza todos los primeros días hábiles de cada mes y se basa en la documentación financiera y tributaria que los importadores presentan ante el regulador tributario. «Si un operador quiere presentar una licencia de importación y no le da la capacidad financiera no le permite ni siquiera oficializarla, por lo cual, no hay importación posible», cuenta Esteban Marzorati, ex director de Importaciones de la Nación en diálogo con Ámbito. Esta versión, según pudo confirmar Ámbito, es la voz oficial. De acuerdo al organismo tributario, sólo se vieron afectadas las empresas que no liquidaron divisas. Sin embargo, desde algunos sectores del comercio exterior aseguraron también a este medio que se trata de una «medida más» en la línea de restringir las importaciones y señalaron que el CEF se maneja de manera «arbitraria». «A otras empresas que tenían CEF infinito, se les asignó un valor, lo cual también les achicó la capacidad importadora y también hubo algunas reducciones importantes sin razón aparentemente», afirmó Marzorati.

Importaciones: ¿Cuáles son los recursos de queja que pueden presentar las empresas?

Una de las alternativas que tienen los importadores en la mano para volver a modificar la fórmula CEF es hacer una solicitud de reproceso que se puede realizar una vez por mes ante la AFIP para volver a recalcular la forma. Otra vía es iniciar el proceso de disconformidad y solicitar el aumento de la CEF, aunque es algo más burocrático. «Si de algún modo la bajada de línea es reducir el CEF para bajar la cantidad de importaciones, entonces, por más solicitudes de disconformidad que se presenten es probable que la AFIP siga en el mismo punto. Si el día de mañana aceptara la disconformidad, ganó tiempo. Es muy difícil resolverlo porque no tenés mucha alternativa. Hay que ver si los próximos días hay algún tipo de modificación o actualización», explicó el especialista. Esta medida se suma al anuncio en relación a la aplicación generalizada del Impuesto PAIS del 25% para la compra de dólares destinados al pago de servicios en el exterior, excepto fletes, a los que se le aplica una alícuota del 7,5%. Fuentes de Comercio exterior ya habían anticipado que esta resolución no sólo perjudica a las empresas sino al consumidor final. Ahora, se sumó una restricción más.

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