Desde la APA aconsejan a la comunidad cuidar el consumo de agua
Ante la histórica bajante que registra el río Paraná, el presidente de la Administración Provincial del Agua (APA), Franciso Zisuela, instó a la comunidad a tener especial atención en el cuidado del consumo de agua.
El llamado va en consonancia con la información difundida la empresa estatal Sameep, que dio cuenta de la disminución de la materia prima para procesar atento al bajísimo nivel del río, que ayer se ubicaba en 1,76 metros en el puerto de Barranqueras, marca que no registraba hacía muchísimos años, según las fuentes.
«Hay agua para procesar y producir, el abastecimiento no está en riesgo, pero situaciones como las que se están viviendo requieren el compromiso de la comunidad para evitar complicaciones mayores», remarcó Zisuela.
MARCA HISTÓRICA
“Estamos peor que nunca, hoy estamos en 1,76 metros marca que no se registraba hace años y en Corrientes está en 1,61 metros”, describió el titular de la APA.
Las barcazas con combustible siguen sin poder entrar por el riacho Barranqueras hasta las plantas de YPF y Shell, a pesar del trabajo permanente de dragado.
En este contexto, sólo recorren esa hidrovía algunos barcos areneros de menor calado
«No damos abasto con el dragado porque el nivel es muy bajo», apuntó Zisuela.
Las perspectivas no son alentadoras: según el Instituto Nacional de Agua, para fin de mes el nivel del Paraná estará en 1,90 metros en Barranqueras, muy lejos aún de los 2,50 que requieren las barcazas para volver a transitar.
«No hay perspectivas de lluvias en ninguna de las cuencas, con lo cual, no sabemos a ciencia cierta cuándo se va a normalizar la situación», resaltó Zisuela.
INTERIOR COMPLICADO
En el interior provincial, la coyuntura también es compleja. Por un lado, la Administración Provincial del Agua continúa reforzando el abastecimiento en localidades con problemas estructurales de provisión, como Las Breñas, General Pinedo, Hermoso Campo y Colonia Aborigen, entre otras.
«Esta semana, el envío mermó por las condiciones del tiempo pero ni bien cesen las lluvias que se registran en algunas puntos de la provincia vamos a retomar el ritmo habitual», anticipó el funcionario y explicó que «el abastecimiento está garantizado, hay una política permanente del Gobierno para atender esta cuestión».
Por otra parte, la bajante del río Bermejo acarrea complicaciones en la zona de Fortín Lavalle, por ejemplo. Zisuela comentó que, por el momento, se ha logrado superar la situación de agobio que causa el nivel del agua, pero de persistir la situación, «podría haber problemas en General Roca y General San Martín», entre otras localidades.
“El problema es que nivel del río depende de las lluvias que puedan producirse en Bolivia, pero tampoco hay previsiones positivas de precipitaciones en el país vecino, así que estamos monitoreando permanentemente a la espera de un cambio en estas condiciones», mencionó.
El combustible continúa llegando por vía terrestre
El nivel del río Paraná obligó a las petroleras a implementar un plan de contingencia para garantizar el abastecimiento de los productos en la región. Por el momento, más allá de algunos faltantes ocasionales “el operativo continúa siendo exitoso”, según los propietarios de las estaciones de servicio.
Incluso, las condiciones climáticas de los últimos días, con el marcado descenso de la temperatura, generaron una “merma” en la demanda de combustible, lo que produjo un alivio para los empresarios del sector.
En el interior provincial, el escenario es más complejo. Además de la provisión acotada de naftas, Chaco adentro se está notando la falta de diésel producto del congelamiento de precios establecido por el Gobierno Nacional.
“Al tener los precios internos estables, las petroleras no pueden importar y sólo se limitan a distribuir lo que se produce internamente, con lo cual, el faltante se vuelve cada vez más evidente”, afirmaron los empresarios consultados.
De todas formas, y a pesar del complicado escenario que constituyen los altos costos de la logística terrestre y el congelamiento de precios, todavía no hay señales de un nuevo “retoque” en el valor de los productos.