«Defenderé a Europa, es nuestra civilización lo que está en juego»
El presidente electo de Francia Emmanuel Macron, celebró este domingo su victoria en el balotaje presidencial y prometió que luchará «contra todas las formas de desigualdad» y terminar con «divisiones que llevaron a algunos a optar por un voto extremista», en referencia a su rival, la líder de la ultraderecha, Marine Le Pen.
«Me enfrentaré con todas mis fuerzas a la división que nos debilita y nos ciega», aseguró Macron en un mensaje grabado, leído y marcado por un tono solemne y serio, que contrastó con los festejos que se vivían en la explanada del Museo del Louvre, en el corazón de París, donde miles de sus seguidores se concentraron para celebrar los resultados, según mostró la televisión local.
«Defenderé a Francia, sus intereses vitales, su imagen. Me comprometo frente a ustedes. Defenderé a Europa, es nuestra civilización lo que está en juego, nuestra manera de ser libres. (…) Le dirijo a las naciones del mundo el saludo de una Francia fraternal», lanzó el futuro mandatario, concluyendo una larga campaña en la que se constituyó como el candidato de una Unión Europea fuerte y una Francia abierta al mundo.
Finalmente, Macron habló de una de sus principales promesas de campaña, la renovación del sistema político francés.
«La renovación de nuestra vida política se impondrá desde mañana, la construcción de una vida pública ética será desde el primer día la base de nuestra nación», sostuvo el joven liberal que comenzó su carrera como un exitoso banquero y que ocupó durante dos años el cargo de ministro de Economía en el actual gobierno saliente del socialista Francois Hollande.
Posteriormente, Macron se dirigió al Museo del Louvre para brindar un discurso, mucho más encendido y pasional con respecto a su primera declaración oficial.
«Eligieron la audacia. Voy a trabajar para ganarme la confianza de todos los franceses», lanzó Macron solo frente al escenario frente al actual Museo, antes residencia de los reyes franceses hasta que en 1682 Luis XIV se trasladó al castillo de Versalles, y con la pirámide de vidrio comandada por el presidente socialista Francois Miterrand de fondo.
«Nuestra tarea es construir desde mañana mismo, debemos prepararnos para obtener la mayoría parlamentaria en las elecciones legislativas. Los espero en seis semanas», expresó Macron, quien ingresó al escenario con «El himno a la alegría» de fondo, el himno de la UE.
Asimismo, subrayó que lo conseguido desde que lanzó su movimiento político, hace poco más de un año, «no tiene precedente ni equivalente».
«Lo que hemos hecho desde hace tantos meses no tiene precedente ni equivalente. Todo el mundo decía que era imposible. ¡Porque no conocían Francia!», subrayó Macron en la explanada del Louvre, en un discurso cargado de emotividad ante decenas de miles de personas.
«Ellos esperan que Francia los asombre, es lo que haremos», aseveró desde la plaza del Louvre en París, ante una multitud, y prometió «un trabajo inmenso». «Francia y el mundo esperan de nosotros que defendamos el espíritu de la ilustración, en todos lados», agregó, en contraposición a la Francia del cólera, que representaba su oponente Marine Le Pen.
El político liberal, el más joven en acceder a la presidencia de Francia, insistió en que la tarea que queda por delante es «inmensa», y pidió a los que han votado por él que vuelvan a respaldar en las legislativas de junio a su plataforma política para «construir una mayoría (de gobierno) verdadera, fuerte, una mayoría del cambio al que el país aspira».
«Voy a servir en nombre de nuestro lema: Libertad, igualdad, fraternidad; trabajaré sostenido en la confianza que me han dado, voy a servir con amor, viva la República, viva Francia», cerró Macron antes de despedirse de sus seguidores junto a su esposa Brigitte Trogneux.
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