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Crece la venta de drogas en el país y se expande el «narcomenudeo»


Casi la mitad de los argentinos reconoce que hay venta de drogas en su barrio.


Durante 2016 el 48,5% de los hogares argentinos identificaron venta o tráfico de drogas en sus barrios, revela el último informe sobre narcotráfico y adicciones que presentó el Observatorio de Deuda Social de la UCA. El análisis marca una suba sostenida desde 2010 en todo el país y la popularización de la venta conocida como al menudeo. Los grupos más vulnerables, jóvenes de 17 a 25 años de barrios carenciados.

«Es sistemático el aumento que se viene barrios y está dando cuenta no solo el avance del narcotráfico en Argentina sino también del aumento del narcomenudeo en esos espacios territoriales», describió Agustín Salvia, director de investigación del ODSA.

El relevamiento se realiza a nivel nacional con una muestra de 5.700 hogares. En 2010, año de inicio del estudio, la percepción de venta marcaba 30,2% y para fines de 2015 se ubicó en 46,8%. Los números para el año pasado mostraron otro aumento y lo ubican en 48,5%.

Según la UCA, los valores más altos en el registro de venta de drogas corresponden a las regiones urbanas del AMBA y también al norte del país. Mientras que las regiones con mayor crecimiento entre 2010-2015 fueron la Patagonia y el NEA. En la Ciudad de Buenos Aires la venta marcó un 36% mientras que en el Conurbano bonaerense se dispara a 48%.

En los barrios más vulnerables en donde hay mayor penetración: en villas y asentamiento ocho de cada diez personas informa sobre tráfico. Entre 2015 y 2016 se observa especialmente en las villas un importante descenso, sin embargo, esos espacios siguen presentando los más altos niveles de registro. En los hogares del segmento medio alto la cifra es inversamente proporcional es decir dos de cada diez identifican transacciones ilícitas.

En cuanto a las adiciones, el alcoholismo tiene una presencia levemente mayor sobre las drogas. Según el estudio en el AMBA hay una mayor problemática asociada a las drogas (especialmente en el GBA), en tanto que en NOA y NEA es sobresaliente el alcoholismo.

La percepción de adicciones severas en el hogar afecta al 2% de las familias mientras que el consumo de alcohol se ubica en 2,5% a nivel nacional. En Ciudad el combo alcohol/drogas marca 1,8% mientras que en el GBA es de 4,2%. En el interior el alcoholismo sube a 3,4%.

Para los investigadores, esta sustancia funciona como un catalizador del consumo de drogas sobre todo en los jóvenes. El relevamiento demostró que 371.000 adolescentes de entre 15 a 25 años viven en hogares con problemas de adicciones severas.

• Jóvenes y barrios vulnerables

El ODSA presentó además otro estudio sobre jóvenes de asentamientos informales del Conurbano Bonaerense. Se relevaron datos relacionados al consumo problemático de sustancias psicoactivas y el aumento del tráfico y la producción de diferentes tipos de drogas.

El estudio se basó en jóvenes de 17 a 25 años que viven en hogares con necesidades básicas insatisfechas (50,7%), bajo la línea de pobreza (50,6%) y que están fuera del circuito laboral y educativo. En cuanto a sus consumos, el 43,7% probó drogas alguna vez y de ese porcentaje los varones son mucho más proclives al consumo de drogas que las mujeres.

La droga ilegal más consumida es la marihuana, prácticamente coincidiendo con el consumo de drogas en general (41,7% probó alguna vez). El segundo es la cocaína con 17% y la pasta base «paco» tercero con 2,9%. «Hemos visto que el consumo va variando en relación de lo que esté en oferta, si no se consigue marihuana se opta otro tipo de sustancia», explicó Solange Rodríguez Espínola, investigadora a cargo del trabajo.

La edad promedio de inicio en el consumo de drogas se reduce entre quienes actualmente consumen cocaína y pasta base o paco lo que daría cuenta de que cuanto más precoz es el consumo, mayor exposición a drogas más duras. En tanto, el nivel de policonsumo es alto, alcanzando al 39,8% de los jóvenes que consumieron alguna droga durante el último año.

En lo que respecta a la venta de drogas en el barrio, más de la mitad de los jóvenes encuestados (55,2%) identifican que en la cuadra en la que viven se vende droga, mientras que el 62,5% conoce de la venta de drogas en su barrio, y el 28,5% reconoce que allí se produce pasta base. El 31,7% identifica que en su barrio hay narcotráfico organizado, y la mitad de los jóvenes (48,9%) reconoce la existencia de enfrentamiento entre bandas.

«En los espacios más vulnerables los pobres quedan mucho más sometidos y sumergidos frente a poder de bandas organizadas o de estructuras criminales que muchas veces están vinculadas con las fuerzas de seguridad», lanzó Salvia.

Con respecto a su participación en actividades delictivas, el 4,8% de los jóvenes alguna vez participó en la compra-venta de drogas, 5,4% robó o asaltó alguna vez y 2,7% de los jóvenes alguna vez salió armado a la vía pública. Todos estos guarismos se incrementan conforme aumenta el grado de precariedad residencial.

Para el investigador de la UCA la venta de drogas en los barrios «se constituye como un circuito que genera ingresos a los más jóvenes que no tienen acceso a un mercado laboral formal». Por eso destaca que es clave la descriminalización y darle a la problemática un enfoque sanitario y no criminal. «Estos jóvenes no son los criminales sino son víctimas de un proceso que estructuralmente va generando condiciones de marginalidad», concluyó.


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