COVID-19 en Córdoba: detectaron un caso de infección con la variante brasileña de Manaos
El Ministerio de Salud de Córdoba informó que se detectó en la provincia la variante del virus SARS-CoV-2 que corresponde a la de Manaos, la capital del extenso estado de Amazonas, en una persona que regresó de un viaje al exterior.
La información que publicó el sitio web oficial de Casa de Gobierno detalla que el caso fue detectado a partir de investigaciones realizadas por el Laboratorio Central provincial, el Instituto de Virología de la Universidad Nacional de Córdoba (UNC), en el marco del Proyecto PAIS del Consorcio Argentino de Genómica de SARS-CoV-2.
Sin embargo, la secretaria de Prevención y Promoción de la Salud, Gabriela Barbás, consideró que el hallazgo “no es sinónimo de transmisión de esta nueva variante sino de detección oportuna, gracias al trabajo constante del equipo que viene monitoreando la circulación de estas variantes en todo el territorio cordobés”. Barbás sostuvo que los resultados de la investigación “van a permitir reevaluar las estrategias de las personas que regresan al país, así como reiterarle a la comunidad que, si vuelve del exterior, se haga el test al ingresar a la provincia, permanezca en aislamiento estricto durante 10 días y, antes del alta, vuelva a realizarse la prueba de PCR”.
Miguel Díaz, Director del Hospital Rawson, sostuvo que se detectó el caso por la bio-vigilancia que se hace. “Esto permite la detección precoz y actuar. Por lo menos podemos hacer todo lo posible para que la transmisión disminuya. Se realizaron las medidas que la provincia implementa en estos casos. Tenemos una activa comunicación con Brasil, de manera que era imposible que no se presentara. Uno puede tomar medidas sanitarias para reducir el impacto. La realidad sanitaria de Brasil es diferente a la nuestra. Las políticas deberían ser regionales pero cuando uno analiza Brasil, las medidas no fueron regionales”, explicó Díaz en comunicación con Radio con vos.
Pero, ¿qué sabemos sobre la cepa brasileña? Se la empieza a conocer popularmente como “P.1” y es el linaje de una variante del coronavirus que fue detectada en Manaos, Brasil, el 4 de diciembre pasado. Está poniendo en alerta a los sistemas de vigilancia epidemiológica del mundo porque se teme la posibilidad de que aumenten los contagios y las reinfecciones con el virus. Por sus características, podría limitar la eficacia de las vacunas y de los tratamientos.
Según la OMS existen en todo el mundo únicamente tres variantes que reúnen evidencias filogenéticas/genéticas, epidemiológicas y fenotípicas para clasificarlas como preocupantes
“Fue reportada originalmente el pasado 12 de enero por los equipos de Esther Sabino de la Universidad de San Pablo y Nurio Faria del Imperial College de Londres. Estudios filogenéticos y evolutivos sugieren que emergió alrededor del 6 de noviembre pasado en la ciudad de Manaos en el estado de Amazonas, luego de un proceso denominado de ‘aceleración evolutivo’, presentando un gran número de mutaciones, especialmente en la región codificante de la proteína spike. Una actualización de ese reporte del 24 de enero aportó datos claves epidemiológicos que generaron preocupación: si bien esta variante representaba el 0% de los casos secuenciados en noviembre, en diciembre ya constituía el 52% de las muestras y en enero el 85% de los virus analizados indicando un proceso drástico de remplazo y desplazamiento del resto del virus circulante, generando la primera evidencia de una gran transmisibilidad”, dijo a Infobae Humberto Debat, investigador en virología del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) en la provincia de Córdoba.
Según Debat, en este momento existen en todo el mundo únicamente tres variantes que reúnen evidencias filogenéticas/genéticas, epidemiológicas y fenotípicas para clasificarlas como preocupantes, denominadas 501Y.V1 (o VOC-202012/01, detectada originalmente en Kent y derivada del linaje B.1.1.7 en Reino Unido), 501Y.V2 (o VOC 202012/02, establecida originalmente en el linaje B.1.351 en Sudáfrica) y 501Y.V3 (o VOC 202101/02, establecida originalmente en el linaje P.1 derivado de B.1.1.28 en Manaos, Brasil).
“En este sentido, en los últimos días se han sucedido una serie de publicaciones complementarias que sugieren que esta variante es entre 1,2 y 2,4 veces más transmisible, que está asociada a un aumento significativo de carga viral de los individuos infectados, que aumenta la probabilidad de reinfección de un 25% a un 60% y que está asociada a escape inmune, observado en experimentos in vitro por un lado en la disminución drástica de la capacidad de sueros de convalecientes de la primera ola de Manaos en neutralizar P.1, así como con la disminución de la capacidad de sueros de inmunizados con la vacuna CoronaVac en neutralizar esta variante”, añadió el experto.
Con un ritmo de contagios y muertes alarmante, una estrategia de inoculación que no avanza, hallazgos de nuevas mutaciones del virus, y un sistema sanitario al borde del colapso, Brasil se convirtió en un verdadero riesgo para la región, y pone en alerta al resto del mundo (EFE)
Y sugirió: “Sin embargo, es importante destacar que un artículo publicado en estos días y un comunicado no oficial generaron buenas expectativas: el primero sostiene que sueros de inmunizados con la vacuna desarrollada por Pfizer/Biontech son capaces de neutralizar tanto esta variante como la de Sudáfrica y Reino Unido, y el comunicado de prensa, ratificado por Mauricio Zuma del Instituto Biomedico de Fiocruz, sostiene que la vacuna desarrollada por Oxford/Astrazeneca es eficaz frente a la variante de Manaos”.
Debat sostuvo que no existen reportes ni siquiera preliminares sobre la eficacia de otras vacunas frente a esta variante. “Hasta la fecha, con respecto a la información local, en la Argentina hemos detectado esta variante solo en un viajero y en un contacto estrecho de otro viajero en el consorcio PAIS (Proyecto Argentino Interinstitucional de Genómica de SARS-CoV-2), y en el Instituto Malbrán otros dos casos también importados, por lo que no tenemos evidencia aún de su circulación en el país”, aseguró en una entrevista a comienzos de esta semana.
Preocupación regional
(Infobae)
El pasado lunes, alrededor de 50 científicos pusieron en circulación una carta para pedir a las autoridades el cierre transitorio de fronteras y evitar, o al menos demorar, el avance de la cepa de COVID-19 que surgió en Manaos e hizo estragos en todo Brasil. Los referentes de distintas áreas que sumaron su firma a una lista que crece consideraron que la reducción de vuelos no es suficiente y pidieron medidas también en las fronteras terrestres y cuarentenas estrictas para quienes retornen de sitios con brotes. Si esa cepa comienza a expandirse, alertaron, “puede ser como empezar una pandemia de cero y posiblemente peor”.
Si bien los especialistas describieron como alarmante “el surgimiento de variantes nuevas de SARS-CoV-2 que se caracterizan por su mayor transmisibilidad, la mayor gravedad de los cuadros clínicos que ocasionan y, particularmente, por su capacidad de evadir la inmunidad protectora que confiere tanto la previa infección como algunas de las vacunas que actualmente se están administrando”, la preocupación central para ellos es la cepa P.1, la variante brasileña surgida en la Amazonia.
“Estamos pidiendo vuelos 0. Cancelar los vuelos que van hacia Brasil y pausar la repatriación de las personas que están allá o llevarla a cabo con una cuarentena estricta y controlada. Lo que vemos de la variante de Manaos, la variante P.1, es que no solo es más contagiosa sino que es capaz de infectar a personas que ya habían tenido coronavirus, es decir, de producir reinfecciones. Eso es lo que hace que permitir su circulación sea como arrancar una pandemia prácticamente de cero. En un contexto en donde los cuidados y las medidas de restricción son mucho menores que las del año pasado, si comenzara a circular de manera comunitaria esta variante, la velocidad de crecimiento de los casos sería espeluznante y realmente caótica”, explicó consultado por este medio Rodrigo Quiroga, doctor en Ciencias Químicas de la UBA, especialista en análisis de datos y bioinformático del CONICET.
Argentina, con más de 1.100 kilómetros de línea limítrofe, tiene una extensa frontera con Brasil. Atento a lo que ocurre del otro lado del río Iguazú, el gobierno de Alberto Fernández por el momento descartó cerrar la frontera bilateral, pero sí desalentará los viajes allí. En la misma línea, Carla Vizzotti, ministra de Salud, aseguró que las autoridades endurecerán los controles a quienes provengan de Brasil. Las medidas consistirán en “alertar sobre la situación regional y desalentar a la población a que viaje a lugares donde hay nuevas variantes, donde hay riesgo individual y sanitario y trabajar muy fuerte sobre todo en el control de la vuelta”.
“La situación en nuestro país se puede volver dramática y caótica en muy poco tiempo» (REUTERS)
Pero para los científicos que difundieron la carta, eso no alcanza. “Las y los abajo firmantes solicitamos a las máximas autoridades nacionales imponer el cierre de nuestras fronteras, en particular para personas provenientes de Brasil, y el control estricto tanto de las fronteras con el resto de nuestros países vecinos como de los vuelos internacionales. Este control estricto debe incluir el cumplimiento de un confinamiento obligatorio por un lapso de 14 días para todos aquellos que reingresen a nuestro país, en hoteles o centros previamente asignados a esta tarea”, plantearon, ya que consideran que las cuarentenas en los domicilios no permiten garantizar su cumplimiento.
Sin embargo, respecto a la posibilidad de que la Argentina cierre las fronteras nuevamente como lo hizo el año pasado, en diálogo con Infobae la ministra consideró que no sería una medida eficaz ni suficiente en este momento. “No hay una medida que impida que pase al país. Pensar que cerrar un vuelo va a solucionar el problema es insuficiente. Estamos en contacto con expertos científicos. El tema es que si se cierran los vuelos a Brasil, se triangula por otro lado. Como nos pasó el año pasado cuando se cerraron las fronteras”, recordó.
“Lo que se está viendo en Brasil, con récord de fallecidos y demás, se ve porque la variante ya se esparció por todo el país. En Manaos, por ejemplo, entre enero y febrero de este año hubo más fallecidos por COVID-19 que en todo el 2020. Se estimaba que durante el año pasado se había infectado el 75% de la población del lugar. Hoy, la nueva variante hace que estén ocupadas más del 85% de las camas de terapia intensiva en más de 19 capitales de estado”, subrayó Quiroga.
Y concluyó: “La situación en nuestro país se puede volver dramática y caótica en muy poco tiempo. Dado todo este contexto, creemos que lo más importante es lograr demorar lo más posible el ingreso de esta variante en nuestro país de manera que podamos seguir vacunando y que esa ola de contagios pueda producirse al menos con una buena cantidad de los mayores de 60 años ya vacunados y con anticuerpos. Estamos a tiempo de demorar su impacto sobre nuestro país”.