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Coronavirus: nuevas variantes encienden las alertas en el mundo científico

Según indican los especialistas, realizar una vigilancia acerca de cómo se modifica el genoma del Sars CoV-2 a lo largo del tiempo y en cada nación en particular suele ser crucial. Hasta el momento, no se conocen las características de cada variante en específico pero sí es posible saber algunas cosas.

La de Reino Unido circula desde septiembre y, de acuerdo a lo adelantado por los grupos británicos que se concentran en su análisis, podría llegar a ser hasta un 70% más contagiosa que la cepa original que surgió en Wuhan, China, entre fines del año pasado y principios de este. De los nuevos infectados reportados por el ministerio de Salud británico, más del 60% fue contagiado con la nueva variante del Sars CoV-2.

La de Sudáfrica, por su parte, cuenta con características muy similares a la nueva de Reino Unido y, según lo que han advertido desde la cartera sanitaria de la nación africana, podría ser más contagiosa en individuos jóvenes, que en algunas ocasiones desarrollan cuadros de la enfermedad más graves incluso sin tener enfermedades preexistentes.

Zweli Mkhize, el titular de la cartera, informó que “una variante del virus SARS-COV-2, actualmente denominada Variante 501.V2, fue identificada por los científicos genómicos” de allí. Y lo que aún significa más: “Las pruebas que se recopilaron sugieren claramente que la segunda ola actual que estamos experimentando está siendo impulsada por esta nueva variante”, añadió.

La de Brasil, por último, fue hallada en el estado de Río de Janeiro, una de las regiones más golpeadas por la pandemia en el vecino y gigante latinoamericano. El estudio, en esta línea, es liderado por el Laboratorio Nacional de Computación Científica (LNCC), vinculado al Ministerio de Ciencia y Tecnología y realizado en conjunto con la Universidad Federal de Río de Janeiro (UFRJ).

Hasta la fecha, solo se puede afirmar que fue detectada por primera vez en octubre y que está restringida a la ciudad. No obstante, si no aumentan las restricciones de movilidad podría propagarse hacia otras regiones de la nación. Tras analizar 180 genomas, concluyeron que las mutaciones se desplegaron en Spike, proteína clave y puerta de acceso del Sars CoV-2 a las células humanas.

“Estamos en medio de una pandemia histórica, son millones y millones las personas afectadas alrededor del mundo. Cada individuo infectado tiene cientos o miles de millones de copias del material genético viral, con lo cual, es muy posible que todo sujeto que mantenga al patógeno por un tiempo considerable en su organismo produzca un mutante. Que sea peligroso o no depende de la casualidad”, señala Ernesto Resnik, biólogo molecular y biotecnólogo argentino que reside en Estados Unidos.

Luego, continúa su explicación con un relato vinculado a los comienzos de la pandemia que puede ser ilustrativo para comprender en qué consiste la emergencia de variantes en diversas partes del globo.

“De hecho, es lo que sucedió cuando se inició todo. Los murciélagos constituyen uno de los mamíferos más numerosos de la Tierra. Como son propensos al coronavirus, una de los miles de millones de copias del virus que circularon entre los millones de animales mutó de la peor manera posible y la tornó adaptable a humanos. Eso mismo podría ocurrir ahora entre nosotros: ya son tantos los contagiados que alguna de las modificaciones podría resultar más contagiosa y más letal”, sostiene.

Sin embargo, aunque las posibilidades estén latentes, el especialista elige la cautela para su discurso. “Hasta el momento, las variantes detectadas deben ser estudiadas, no sabemos si son más peligrosas o si son más contagiosas. Lo que hay que saber es que hay muchísimos virus mutados que están en circulación. Se irán reportando con el tiempo, pero seguro hay montones. Si hubiéramos eliminado al Sars CoV-2 este problema no existiría; parece simple aunque a veces no se comprende. Mientras circule como lo hace, lo más probable es que siga mutando”, advierte.

Según las hipótesis propuestas a la fecha, las variantes de los tres países pueden haberse originado en pacientes con un sistema inmunológico debilitado, una condición ideal para que el Sars CoV-2 pudiera replicarse lo suficiente como para mutar. En todos los casos, no se sabe si ocasionarán más muertes y si las vacunas que están siendo desarrolladas y ya aplicadas en muchos países del mundo serán eficaces. Todo indica que sí, que lo serán.

Otras variantes reportadas desde principios de año no han generado una diferencia en este punto. No obstante, algo queda claro: si se confirmara el hecho de que alguna fuese más contagiosa ya sería suficiente conflicto porque uno de los grandes cuellos de botella durante la pandemia ha sido la disponibilidad de camas de terapia intensiva y la de recursos críticos como respiradores. Si hay más enfermos, las instalaciones e insumos – que son finitos – comenzarán a escasear. La ecuación es tan sencilla como inmutable: a más gente, menos recursos.

¿Es normal que haya nuevas variantes?

Al igual que los seres humanos cuentan con su ADN, el Sars CoV-2 tiene un material genético: el ARN. Es algo así como “un manual de instrucciones”, conformado por 30 mil letras, que le indica al patógeno cómo replicarse. A veces, cuando se multiplica al interior de las células del huésped, se producen equivocaciones en la lectura de esas letras.

Así es como surgen las mutaciones, que pueden producir cambios decisivos, o no tanto. Lo que sucedió con las variantes de Reino Unido, Sudáfrica y Brasil es que – a lo largo de estos últimos meses – acumularon diversas modificaciones que le resultaron beneficiosas. Las mutaciones se concentraron en la proteína S (Spike), que opera como puerta de entrada del Sars CoV-2 a las células que ingresa e infecta. Así es como las nuevas variantes hacen que, en definitiva, los nuevos virus sean – al menos en algunas características – diferentes al “original”.

Estas no son las primeras mutaciones que se detectan en el nuevo coronavirus. Las modificaciones suelen ser mucho más habituales de lo que se cree. De hecho, la cepa que originó todo en Wuhan (China) es diferente de la que circula en el presente. Todos los países realizan una vigilancia genómica y Argentina no está exenta.

La iniciativa a nivel doméstico se denomina “Proyecto País” (Proyecto Argentino Interinstitucional de genómica de SARS-CoV2) y es liderada por la doctora Mariana Viegas desde el Laboratorio de Virología Hospital de Niños Ricardo Gutiérrez.

¿Qué ocurrirá con las vacunas?

Estados Unidos, Reino Unido, China, Rusia y Canadá comenzaron con la inoculación masiva de sus poblaciones. De inmediato, le seguirán naciones como Chile, México y Argentina, así como también se sumarán todos los miembros de la Unión Europea.

El proceso de inoculación a escala, pese a enfrentar obstáculos (logísticos para los que disponen de dosis, de acceso para los que aún no), brindaba la tranquilidad de tener un horizonte claro; que permitiría retornar a la “vieja normalidad” y que, por primera vez en muchos meses, animaba a los Estados a planificar sus agendas pospandemia. En ese momento, cuando el mundo respiraba por primera vez desde 2020, la emergencia de nuevas variantes parece hacer trastabillar todo.

Hay muchas incertidumbres sobre si las vacunas disponibles tendrán éxito para combatir a las nuevas variantes del Sars CoV-2. Sin embargo, algunos actores de peso se adelantan y colocan paños fríos a la situación. Es el caso de Kirill Dmitriev, CEO del Russian Direct Investment Fund (RDIF), referente principal de la producción de la vacuna que llegará a Argentina, que con rapidez de reflejos apuntó: “Según nuestra información, Sputnik V será tan eficaz contra la nueva variante de coronavirus que se encuentra en Europa como contra las cepas existentes“.

Y agregó: “Sputnik V ha demostrado su eficacia durante un período de tiempo a pesar de las mutaciones anteriores del virus”. El equipo técnico de Pfizer/BioNTech también realiza estudios para comprobar la eficacia de su droga en la misma línea.

“Los pacientes recuperados de covid desarrollan muchísimos anticuerpos. La neutralización del virus ocurre con cientos de defensas distintas, por lo que si una región de la proteína Spike fuese transformada por una mutación, igual seguiría habiendo una respuesta inmunológica suficiente como para mitigar la acción viral dentro del organismo”, dice Resnik.

Después completa: “El problema podría ponerse más oscuro si se acumulasen muchísimas mutaciones más de las que hay. En este sentido, las vacunas podrían no funcionar porque se estarían enfrentando a un patógeno totalmente distinto”.
Este escenario reconfiguraría un nuevo obstáculo: si los virus mutan mucho, las vacunas que los equipos científicos del mundo crearon para defender al organismo podrían quedar obsoletas. ¿Por qué? Porque las tecnologías fueron diseñadas para combatir al genoma del Sars CoV-2 detectado en Wuhan.

Más allá de que exista la chance, la realidad –por el momento– indica otra cosa. Las mutaciones acumuladas no son tales y, sencillamente, este evento que hoy preocupa podría disolverse y quedar en la nada en poco tiempo.

“La verdad es que hasta ahora cada mutación que apareció no modificó mucho el panorama. Deberíamos tratar de mantener la tranquilidad y prestar atención a cada una de las informaciones que surgen como resultado de los trabajos que realizan los laboratorios encargados de la vigilancia genómica. Hay que ser pacientes”, concluye.

VIApagina12.com.ar

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