Córdoba: asesinó al vecino para robarle y escondió el cadáver en un freezer
En las últimas horas y gracias a un gran trabajo de investigación realizado por detectives de la Policía de Córdoba, se logró capturar a Fabián Ricardo Páez, de 39 años, principal sospechoso del crimen de Mario Antonio Albornoz, ocurrido a principios de abril pasado.
El hecho fue descubierto el 10 de abril último, cuando al no tener noticias de él, familiares del hombre de 53 años se acercaron a la pensión donde vivía, ubicada en Santa Rosa al 3300, del barrio Alto Alberdi, en la capital de la provincia.
A todos llamó la atención que Albornoz no respondiera los llamados telefónicos ni contestara los mensajes de Whatsapp, además de no concurrir a su trabajo como vigilador en el Ente Provincial de Energía de Córdoba (EPEC) de varios días antes.
El macabro descubrimiento llegó pronto: efectivos policiales inspeccionaron la habitación donde vivía la víctima, luego de que los bomberos forzaran la puerta, y encontraron manchas de sangre y el cadáver en el freezer. La autopsia determinó que había sido asesinado a martillazos en la cabeza casi dos días antes.
Además, en el lugar faltaban varios elementos propiedad de Albornoz, como su billetera y documentación, el celular y una notebook.
Cómo fue que el sospechoso fue capturado
Los vecinos de la pensión alertaron a los efectivos que otros habitantes de la pensión se habían marchado entre el lunes y ese día, y entre los nombres de sospechosos surgió el de Páez, que se había ido del lugar sin despedirse de nadie y sobre quien se centraron las pesquisas.
Comenzaron a seguirlo y a escuchar sus conversaciones telefónicas, y aunque no tenía un trabajo estable, siempre contaba con plata disponible. De hecho, la tarjeta de débito de la víctima siguió usándose después del crimen pero las cámaras de seguridad de los cajeros no lograron grabar a quien sacaba dinero.
Entonces, los investigadores se concentraron en trazar la ruta de los otros objetos robados, específicamente el celular y la notebook. Ambos objetos habían sido vendidos y los compradores identificaron a Páez quien se los había vendido.
Finalmente, los detectives de Homicidios y el fiscal a cargo se reunieron y resolvieron su detención, siendo acusado de “homicidio en ocasión de robo”, según la carátula del caso.