Se llama Fabiano Atanásio da Silva. Era un conocido jefe de una facción del temido grupo criminal Comando Vermelho. El hecho ocurrió en 2009 cuando da Silva irrumpió en la Favela dos Macacos en un intento por adueñarse del comercio de las drogas.
En medio de un intenso tiroteo, la policía intervino en un amplio operativo para frenar la violencia. En ese marco, da Silva y un grupo de delincuentes baleó el helicóptero policial que explotó tras intentar un aterrizaje de emergencia tras ser impactado por varios balazos. Tres policías murieron en el hecho.
Hoy, da Silva fue condenado a 225 años de prisión por las tres muertes, intento de homicidio de otros seis efectivos que resultaron heridos y asociación ilícita para el tráfico de drogas.
Quién es el capo narco brasileño condenado a 225 años de prisión
Da Silva, alias FB, era un conocido delincuente carioca. Lideraba una facción del denominado Comando Vermelho, el grupo criminal que domina el tráfico de drogas en las favelas.
El capo narco lideró en octubre de 2009 una invasión al Morro dos Macacos, en Santa Isabel, para apoderarse del tráfico de drogas de la favela. Entonces lideró a un ejército de un centenar de hombres de varias favelas vecinas para atacar esa comunidad controlada por el grupo criminal conocido como “Amigos de los Amigos”.
FB fue señalado como responsable del derribo del helicóptero junto a otros cuatro delincuentes. Tres de ellos ya habían sido condenados y un cuarto falleció antes de llegar a juicio.
Da Silva estuvo prófugo tres años hasta que fue detenido en 2012 por robo y formación de cuadrilla. Hoy siguió el proceso a través de videoconferencia y juzgó la sanción como “ridícula”.
La justicia consideró que Fabiano era el líder del grupo criminal que asaltó el Morro dos Macacos en octubre de 2009. Según la investigación, planeaba expandir su territorio de influencia para la venta de drogas.
“Sin embargo, la invasión fue frustrada por la acción policial. En el enfrentamiento, los criminales lograron derribar el helicóptero de la fuerza, matando a los agentes”, indicó el fallo. Una de las víctimas fatales salió del aparato envuelta en una bola de fuego y murió a causa de las quemaduras.
“Fue una acción nefasta que se asemeja a un acto terrorista. El derribo simbólicamente representa el poderío bélico de la facción criminal”, dijo la jueza Tula Mello en la sentencia.