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Condena anulada en Brasil: Lula da Silva podrá ser candidato a Presidente 2022

El Supremo Tribunal Federal (STF), la máxima corte de Brasil, en una votación histórica, reconoció por tres a dos la parcialidad y la persecución política ejercida por el exjuez Sérgio Moro contra el expresidente Luiz Lula da Silva. De esta manera, quedó anulada la condena a ocho años de cárcel por la cual estuvo 580 días preso e inhabilitado para ser candidato presidencial en 2018. Funcionarios salieron a decir que el único beneficiario de todo fue Jair Bolsonaro.

La votación, que es un hito histórico sobre el lawfare, es también una derrota política para la operación Lava Jato y para el bolsonarismo, que apostaba al rechazo al hábeas corpus presentado por Lula en 2018 y que recién ahora tuvo un desenlace.

Con los números de la votación, el Supremo Tribunal Federal (corte suprema) de Brasil anuló una condena contra Lula da Silva, quien pasó de victimario a víctima de persecución política por parte de la operación Lava Jato y con derechos para ser candidato en 2022.

La votación terminó tres a dos con el voto clave de la ministra Carmen Lúcia Antunes, quien cambió su posición respecto del voto de 2018, cuando se inició el análisis de un habeas corpus presentado por Lula para denunciar lawfare en la condena a ocho años de cárcel vinculada a un apartamento en el balneario de Guarujá, por la que estuvo preso 580 días.

A la hora de realizar su voto, Antunes enfatizó que su voto fue a favor de un caso específico y no contenía ningún juicio sobre corrupción.
“Lo que es necesario es algo en lo que me base: todos tienen derecho a un juicio justo, incluida la imparcialidad del juez”, dijo la ministra. Y agregó que ahora, a diferencia con las pruebas que tenía en 2018, hay una “serie de datos” que no estaban disponibles.

Además de Antunes, quien pidió que pidió que esta decisión no sea expandida a todos los otros condenados por Lava Jato, votaron a favor de Lula los jueces Gilmar Mendes, y Ricardo Lewandowski.
Votó en contra Fachin y también Kassio Nunes Marques, el magistrado designado por Bolsonaro que defendió el derecho de defensa de Moro.

Los jueces que acataron el hábeas corpus entendieron que Moro cometió ilegalidades en la instrucción del proceso, usando arbitrariedades y hasta la pinchadura de teléfonos del equipo de abogados del expresidente.

El caso vuelve a foja cero y deberá ser determinada otra investigación.

El hábeas corpus también tendrá influencia sobre una segunda condena contra Lula por una quinta en Atibaia, en el interior de San Pablo, por la que está condenado, pero esta causa fue anulada.

De todos modos, la anulación de los casos por jursdicción deberá ser votada a partir de fin de marzo por el pleno del STF y esto sí le podría anular todos los procesos a Lula, quien actualmente está libre para participar de las elecciones de 2022.

Bolsonaro en el medio de los votos

El gobernador de Maranhão, Flávio Dino, luego de la votación utilizó la redes sociales para comentar que “en el mundo de la política, el principal beneficiado de los actos del juez parcial fue Bolsonaro, quien con tales actos ganó las elecciones de 2018. Hoy el mismo Bolsonaro es el gran perdedor”.

El jurista Pedro Serrano, el constitucionalista más respetado de Brasil, dijo que “no hay que bajar la guardia porque podrá ocurrir de todo en este país” y que el Poder Judicial debe recuperar su credibilidad y trabajar por la “verdad y la Constitución”.

Según Serrano, “se descubrió que Lava Jato fue el eje de una operación política que alteró las elecciones de 2018”.

El complot del juez Moro

Filtraciones hechas por un hacker mostraron el complot de Moro y el equipo de fiscales de Lava Jato dirigida por Deltan Dallagnol, en la cual lanzaban acciones de persecución contra dirigentes del Partido de los Trabajadores (PT) y la familia de Lula, a quien llamaban “Nine”, burlándose de la pérdida de un dedo del ex presidente cuando era un tornero mecánico.

En su voto, el juez Mendes, el más crítico de Lava Jato, a la que comparó con la Stasi y la justicia del stalinismo, también se preguntó:”Después de todo esto, ¿alguien le compraría un coche usado a Moro?”.

El exjuez pasó a ser ministro de Justicia de Bolsonaro y antes de las elecciones que ganó el actual mandatario filtró a la prensa una delación premiada del exministro de Economía Antonio Palocci supuestamente perjudicando al PT.

Moro renunció por una discusión de la extrema derecha en mayo de 2020 y ahora es socio de Alvarez & Marsal, estudio jurídico estadounidense que administra la quiebra de Odebrecht, empresa eje de la operación Lava Jato con 78 exejecutivos convertidos en delatores premiados.

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