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Cómo fue la atención que recibió Sebastian Sosa, según el director del Perrando

Luego de las divulgaciones respecto de la atención que recibió Sebastian Sosa en la guardia del hospital Perrando, José Bolaño- su director brindó, de forma detallada, el protocolo aplicado por el personal, a quien, a su vez, solicitó información sumaria para “aclarar todo”.

“Es un chico de 16 años que había comenzado con síntomas un mes antes. Por primera vez había consultado a un cardiólogo en Barranqueras, quien le había pedido un electrocardiograma y le pidió turno para hacerse una ecografía para hacerse en el hospital. Le habían dado turno para el 2 de diciembre”.

Continúa, “el martes 12 a las 23 consta una consulta en el hospital Eva Perón de Barranqueras, con la falta de aire, pero además le constatan que el oxígeno está muy bajo en la sangre entonces deciden derivarlo al Perrando. Ingresa al hospital el martes 12 a las 23:30, lo reciben los enfermeros, le toman los signos vitales, descartan que tuviera fiebre o alguna otra cosa, lo ve el médico de guardia y lo internan”, aseveró.

Sin embargo, la internación no fue la deseada, afirma Bolaño, ya que no había cama ni en el servicio de guardia, ni en terapia intensiva. “Lo dejan internado en un sillón y le ponen oxígeno”.

El oxígeno, explicó Bolaño, se da porque se constata que le faltaba aire. Luego le hacen una radiografía de tórax, un electrocardiograma y análisis de sangre.

“Sebastian estuvo atendido y estudiado desde que ingresó. Siempre en la guardia, nunca se movió de allí. Todo estaba ocupado, entonces lo pusieron en un sillón con oxígeno, pero porque no había posibilidad de pasarlo a terapia intensiva”.

En el intento por dar con el diagnóstico del menor, al día siguiente, el miércoles 13 lo ve un cardiólogo que descarta que sea insuficiencia cardiaca el cuadro, aseguró Bolaño. También descartó una neumonía, esa sensación de falta de aire que tenía.

Entonces los médicos creyeron -prosigue Bolaño- que “puede tener algo cardíaco, por lo que se pide un ecocardiograma. Eso fue al mediodía, Sebastian quedó en la guardia con oxígeno y al día siguiente le hacen el ecocardiograma, el jueves 14.

Bolaño comentó que más allá del turno que tenía Sebastian para el 2 de diciembre, ellos decidieron dejarlo internado, en las condiciones que podían, pero tomar la decisión de que quede bajo control médico “y no mandarlo a la casa”, ya que según precisó “su estado era inestable”.

El 14 se le hizo el ecocardiograma por la mañana y se le encontraron un síndrome que se llama «hipertensión pulmonar severa», quiere decir -explicó el director del Perrando- “que las arterias pulmonares tenían una presión muy alta. No sabíamos cuál era la causa porque eso obedece a múltiples causas”.

Consultado sobre «la falta de celeridad» que aducen los docentes, Bolaño afirmó que el estudio no se podía realizar ni bien ingresó porque «nosotros no contamos con guardia de ecocardiograma, recién se lo podíamos hacer al día siguiente”.

Reconoció demás que “el médico que lo evaluó tampoco pensó en hipertensión pulmonar, sino que descartó insuficiencia cardíaca”.

“La consulta fue hecha cerca del mediodía. Le pedimos a la ecocardiografía que viene por la mañana que le haga al día siguiente. Igual, el único tratamiento es oxígeno”, reiteró.

“El ecocardiograma se lo hacen a la mañana y a la tarde fallece. Dio que tiene hipertensión pulmonar, no sabíamos la causa, seguro que era una enfermedad rara de esas que son frecuentes y se pide una interconsulta con el servicio de reumatología, que no se llegó a hacer porque a la tarde se descompensa y muere”.

Respecto del tratamiento posible tras su diagnóstico, Bolaño manifestó: «El único tratamiento que se le hace a toda persona es darle oxígeno, hasta determinar cuál es la causa».

En ese sentido precisó que una de ellas se llama “hipertensión pulmonar esencial o primaria que no obedece a ninguna causa y no tiene mucho tratamiento salvo algunas drogas que son para tratamiento sintomático”.

A modo de autocrítica, Bolaño señaló “Lo que no llegamos a hacer es investigar si tenía alguna otra causa de hipertensión pulmonar que pudiera recibir algún otro tratamiento diferente de esto, que no sea paliativo, o para mejorar los síntomas porque en menos de 48 horas falleció”.

Por último, manifestó “Nunca tuvo falta de atención, nunca estuvo abandonado este muchacho, que podría haber tenido mejores condiciones de internación, sin duda. Pero eso no depende de la falta de atención”.

Agregó que, teniendo en cuenta los tiempos con los que se maneja la salud pública “se hizo muy rápido el diagnostico, dentro de nuestros tiempos, no contamos con ecocardiografistas de guardia”.

“En ningún sanatorio vas a tener un ecocardiografista de guardia, ni ningún otro médico de guardia. El único lugar que te asegura eso es salud pública. Pero tampoco lo voy a derivar a un sanatorio si va a tener menos atención que acá. Nosotros tenemos guardia de especialistas, tampoco de todas las especialidades. Ecografistas no tenemos de guardia, por ejemplo. Lo máximo es que en lugar de verlo a la noche lo hacen al otro día a la mañana, algo que no le cambia el pronóstico”, finalizó.

 

Fuente: DiarioChaco

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