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Clase magistral de Chang Ha-Joon: Capitanich marcó los desafíos para la sostenibilidad macroeconómica del país.

El gobernador expuso en una clase dictada por el especialista en Economía en Desarrollo y propuso cuatro ejes de discusión para la Argentina: exteriorización de activos financieros y reales, régimen multi monetario, moneda digital de curso legal y obligatorio y uso de herramientas de deuda para la producción de bienes y servicios, logística e infraestructura.

El gobernador Jorge Capitanich participó este viernes de la clase magistral “Desarrollo y Geopolítica, nuevos desafíos en un nuevo mundo”, organizado por el Consejo Profesional de Ciencias Económicas, que contó con la disertación del economista surcoreano especialista de Economía en Desarrollo, Chang Ha-Joon. El mandatario inició su alocución marcando los desafíos del país para el diseño de una política macroeconómica sostenible en el tiempo: incrementar el volumen de inversiones, reducir la inflación, generar una matriz productiva de base exportadora y desarrollar cadenas de valor consistentes.

Fiel a su impronta, Capitanich hizo un repaso por la historia económica Argentina, puntualizando tres decisiones históricas que devinieron el actual modelo de desarrollo económico: distribución de la tierra en manos de la oligarquía terrateniente, definición de una matriz agroexportadora y la consecuente industrialización tardía.

En ese sentido, opinó que es necesario resolver tres “restricciones históricas” que aquejan al país: la externa, la energética y la logística.

“Una primera restricción histórica en Argentina ha sido la restricción externa, es decir, la insuficiencia de la oferta de divisas, la falta de dólares en el mercado formal para sostener el crecimiento. Hemos tenido exceso en el mercado informal, producto de fugas de capitales en forma significativa y un déficit en el modelo de acumulación de capital interno”, explicó al respecto.

Mencionó que esta restricción está vinculada a las otras dos: la logística, que es la insuficiencia de inversión en infraestructura para hacer una logística integrada y una economía competitiva de base exportadora, y la energética, que se da cuando la demanda agregada crece y obliga a importar energía pero las divisas son escasas. “Se trata de un círculo vicioso que retroalimenta las restricciones”, dijo, y añadió que a su vez estas desembocan en el incumplimiento de reglas fiscales, monetarias y cambiarias.

En consecuencia, el incumplimiento de estas reglas de la macroeconomía generan desde hace 60 años desequilibrios recurrentes, alta inflación y un tipo de cambio poco competitivo. Esto generó al mismo tiempo tres vectores de políticas inconsistentes: desarrollo industrial, desarrollo de las economías regionales y generación de empleo. Finalmente, derivan tres tensiones: entre gobernabilidad y calidad institucional, entre estabilidad macroeconómica y crecimiento, y entre inclusión social y distribución del ingreso.

Cuatro puntos de discusión

Para hacer frente a lo planteado, Capitanich propuso cuatro puntos claves para Argentina en los próximos años: la exteriorización de los activos financieros y reales, el debate sobre el régimen multi monetario, la propuesta de una moneda digital de curso legal y obligatorio y el uso de herramientas de deuda pero para financiar la producción de bienes y servicios e infraestructura.

“Argentina tiene el equivalente a 261 mil millones de dólares, que están o debajo del colchón o fuera del circuito bancario y financiero, por lo que la exteriorización de activos financieros y reales a través de un régimen de blanqueo debería formar parte de una oferta sustancial en el mercado de divisas”, señaló, y consideró que “esa es la manera de reducir rápidamente el riesgo país, generar las condiciones para reducir la tasa de interés y la tasa de inflación, incrementar el producto interno, aumentar la tasa de inversión y financiar las deudas de corto y mediano plazo”.

Ahondando en la propuesta del uso de moneda digital de curso legal obligatorio, señaló que la trazabilidad de activos debe ser complementada con la digitalización de una moneda de curso legal y obligatorio. “Si logramos trazabilidad y todas las transacciones digitalizadas, podemos bajar la tasa impositiva promedio, podemos blanquear todas las operaciones que se realizan y podemos mejorar la productividad del gasto público y de las inversiones”, aseguró el primer mandatario.

En tercer lugar, opinó que el país necesita seguir utilizando instrumentos de deuda pero para aumentar la producción de bienes y servicios, mejorar la infraestructura y mejorar la logística, con el objetivo de que la economía sea más competitiva.

Como cuarto punto de discusión, planteó la iniciativa de avanzar hacia un régimen de carácter multi monetario “más confiable”. “Es necesario pensar la posibilidad de regularizar transacciones en moneda a través de una cuenta fiduciaria en el Banco Central, o también un mecanismo que combine la digitalización de las operaciones con transacciones en diversas monedas o acuerdos de swap con otros países en materia de comercio exterior, con el objeto de establecer un mecanismo que instaure un régimen monetario creíble, confiable y que naturalmente baje la inflación”, sostuvo Capitanich.

“Argentina no puede persistir en el gradualismo, pues naturalmente tenemos una seria dificultad para generar un shock de confianza, pero si logramos generar las condiciones de crecimiento de la inversión y de la logística, un modelo de base de una matriz diversificada de exportaciones de cadena de valor, potenciando alimentos, minerales estratégicos, energía integrada, farmacología animal y enclaves tecnológicos, podemos garantizar perspectivas de desarrollo en la integración de la economía mundial”, sintetizó el mandatario.

Del encuentro participaron también el ministro de Planificación, Economía e Infraestructura, Santiago Pérez Pons, la decana de la Facultad de Ciencias Económicas de la UNNE, Moira Carrió y el director de Planificación Productiva Fundar, Daniel Schteingart.

A su turno, Pérez Pons agradeció la oportunidad de hablar ante el Consejo Profesional de Ciencias Económicas y promover la inversión en proyectos de desarrollo en el norte de Argentina. “Creo que es muy importante en estos momentos en donde se pone en juicio el rol del Estado, que nosotros como profesionales en la materia, podamos discutir el desarrollo económico de la Argentina en tiempos de inestabilidad macroeconómica”.

En ese sentido, puso como ejemplo lo realizado durante esta gestión en la provincia. “Hemos hecho muchísimo en este tiempo. Para dar un ejemplo, es la primera vez que la provincia del Chaco va a consolidar tres años consecutivos de cuentas ordenadas con un nivel de inversión muy alto en términos de presupuesto”, resaltó el ministro.

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