Castaño perdió por KO técnico con Charlo
Brian Castaño (17-1-2, 12 KO) no pudo quedar en la historia al convertirse en el primer argentino que es considerado rey indiscutido de una categoría, y el primero en la historia de los superwelter. Así sucedió porque esta noche de sábado en Estados Unidos, ya domingo en la Argentina, perdió ante Jermel Charlo (35-1-1, 19 KO) por nocaut técnico en le 10° round en el Dignity Health Sports Park de Carlson, Los Angeles, California.
El yanqui ostenta ahora los cinturones de las principales cuatro asociaciones del boxeo. Charlo (era el rey unificado) expuso los de la Federación Internacional (FIB), Consejo Mundial (CMB) y la Asociación Mundial (AMB); Castaño era dueño del de la Organización Mundial de Boxeo (OMB). Ya no.
Ya había pasado la medianoche argentina, las 20.30 en la Costa Oeste de Estados Unidos, cuando por fin se hizo de noche en el estadio «multipropósito», el más grande para el fútbol yanqui con capacidad para 27.000 espectadores. Y al fin se escuchó la inoxidable voz de un Jimmy Lennon cuyos 63 años se notan más en la cara que en su garganta. Y… ¡segundos afuera!
Round por round
Tras el minuto y pico de estudio, comenzó más picante Charlo, buscando arriba y abajo, pero Castaño contestó y se hizo de golpe a golpe. El Boxi pareció muy atento a la contra de su rival.
En el segundo, Castaño decididamente tomó el centro del ring y lo fue a buscar. Conectó un par de derechas pero lo mejor fue un zurdazo casi sobre la campana, de esos que se sabe que llegaron a destino por el adversario lo demuestra con una sonrisa de «no me dolió».
Charlo necesitaba de movilidad para escapar del asedio del matancero, y lo hacía bien con ese jab de zurda y pegando alguna derecha, pero el Boxi seguía yendo al frente, asimilando golpes y buscando con su derecha.
Ya en el cuarto round, la pelea pagó la entrada y quedarse despierto para el que tenía sueño. Los dos se dieron con todo lo que tenían, incluso dejando flancos. La gente estaba enloquecida, con muchos argentinos mostrando sus banderas y cervezas.
El quinto fue otro round emocionante, que lo empezó mejor Charlo con su 1-2, lo remó Castaño pero terminó con el yanqui dejando sentido al argentino. Pero el Boxi, incluso así, reaccionó.
Cómo iban a aguantar así el ritmo, era la pregunta. Si bien en el sexto bajaron respecto de los anteriores, ambos siguieron buscando. El Boxi atacaba pero Charlo metía las suyas. Para Olé, era empate en la mitad de la pelea.
Un par de izquierdas de Charlo que marcaron la cara del argentino levantaron a los hinchas del texano, quien pareció mejor armado en ese séptimo round, que el yanqui se llevó claramente.
El octavo volvió a ser parejo, con Castaño metiendo un par de derechas voladas pero sin mucha profundidad. Hizo un poquito más que su rival.
Un cross de derecha de Castaño al final fue lo mejor que conectó en el noveno, pero ya los dos parecían que habían quemado naves y esperaban a los últimos rounds para quemar los últimos cartuchos. A Castaño se lo veía más cansado y a Charlo, más práctico y dominante: gastaba menos energía y embocaba más. Para Olé, ganaba por tres (87-84).
Hasta que en el décimo, Charlo metió un cross de izquierda que mandó a la lona a Castaño, quien si bien siguió, cayó nuevamente para que el árbitro decretara el KOT. Ganó bien Charlo.
Así, el texano se suma al selecto grupo de campeones indiscutidos (desde que en el 2004 se reconoció a la OMB como entidad de peso) que integraban los medianos estadounidenses Bernard Hopkins y Jermain Taylor; su compatriota welter Terence Crawford y el superligero Josh Taylor; el ucraniano crucero Oleksandr Usyk y el mexicano supermediano Saúl Canelo Alvarez.