Caso Cecilia Strzyzowski: los seis indicios que complican a los detenidos
El expediente comenzó a instruirse el 6 de junio cuando Gloria Romero, madre de la víctima, radicó la denuncia porque hacía cinco días que no sabía nada de la joven.
Las imágenes de la cámara de seguridad que registra el paso de Cecilia Strzyzowski la última vez que fue vista con vida, las presuntas manchas de sangre hallada en la casa del matrimonio Sena, los restos óseos encontrados en un campo de la familia acusada, las declaraciones contradictorias de tres de los siete imputados, el supuesto viaje a Ushuaia y el móvil económico, son los seis principales indicios planteados por el Equipo Fiscal Especial (EFE) para explicar por qué determinaron que la joven de 28 años fue víctima de un femicidio planificado.
«Sabemos que está muerta, ahora tenemos que saber dónde está», dijo hoy la abogada y tía de la víctima, Karina Gómez, tras reunirse con el procurador general, Jorge Canteros, y el fiscal Juan Gómez, uno de los tres investigadores del EFE.
Esas declaraciones irrefutables quedaron plasmadas en el expediente que comenzó a instruirse el 6 de junio cuando Gloria Romero, madre de la víctima, radicó la denuncia porque hacía cinco días que no sabía nada de ella y porque el día anterior dos personas le tocaron la puerta para decirle que «los Sena le hicieron algo» a su hija.
Pero para comenzar a dilucidar este hecho hay que remontarse a junio de 2021 cuando Cecilia conoció por una aplicación de citas a César Sena, hijo del exprecandidato a diputado Emerenciano Sena y su esposa, la exprecandidata a intendenta de Resistencia Marcela Acuña, los tres detenidos como sospechosos.
En septiembre del año pasado Cesar Sena y Cecilia se casaron pero la familia del joven de 19 años nunca avaló esa relación. Según la declaración de testigos, Marcela Acuña los obligó a divorciarse tres meses después, cuya acta figura en el expediente de la causa y tiene fecha 21 de diciembre de 2022.
En ese marco, Cecilia aparentemente había arreglado con Sena hijo un viaje a Ushuaia, en Tierra del Fuego, porque le habían encontrado un supuesto trabajo en esa provincia y el día 2 de junio a las 9.15 ingresó a la casa de Sena y Acuña, ubicada en Santa María de Oro 1460, pero nunca más salió de allí.
Cuatro días después, la madre de ella hizo la denuncia por «averiguación de paradero» dado que «cada día por medio» hablaba con su hija y dos personas le dijeron que le había ocurrido algo.
Los fiscales Jorge Cáceres Olivera, Juan Gómez y Nelia Velázquez analizaron la cámara de seguridad ubicada frente a la vivienda de Sena y en las imágenes observaron que la joven entró caminando y luego jamás salió.
Con ese dato, la pesquisa comenzó a centrarse directamente en el círculo de Sena y Acuña, quienes eran precandidatos por el partido Socialistas Unidos en las elecciones que se desarrollarán mañana en Chaco, aunque ambos fueron excluidos por el Tribunal Electoral provincial.
El jueves 8 de junio fue convocado César Sena para que declare como testigo y ante la Justicia dijo que mantuvo una discusión con Cecilia por una suma de dinero que supuestamente le debía pedir a su madre para el viaje y, como eso no ocurrió, ella se retiró de la casa, lo cual fue desmentido por la imagen de la cámara de seguridad.
Al día siguiente, la fiscalía dispuso un allanamiento de urgencia y encontró supuestas manchas de sangre en una pared y en el piso, cuyas pericias estarán este martes con el objetivo de determinar, primero, si es humana, y en caso de ser positivo después hacer una pericia de ADN para saber si pertenece a Cecilia.
Con estos elementos, Sena, Acuña y Fabiana González, una colaboradora del matrimonio, fueron detenidos como sospechosos y la Justicia libró una orden de captura para César, quien se entregó al día siguiente.
«La hipótesis central apunta a una discusión económica entre Marcela Acuña y Cecilia y, a raíz de eso, ocurre el desenlace de muerte. Estimo que habrá habido una discusión acalorada y que esta situación se le fue de las manos a Marcela Acuña principalmente y que las demás personas colaboraron activamente con Marcela para crear una coartada de un supuesto viaje y poder encubrir», indicó el fiscal Jorge Cáceres Olivera.
Días después, Gustavo Melgarejo, casero del campo de la familia, su esposa Griselda Reinoso, y Gustavo Obregón, pareja de González, también fueron detenidos como sospechosos.
Para los investigadores, en el lugar del hecho estuvieron los Sena y Acuña y el resto contribuyó a realizar la maniobra para que Cecilia llegue engañada a la casa en el marco de ese supuesto viaje al sur argentino, aunque con distintos grados de participación.
Sospechosos y responsables
«Hasta ahora todas las personas que están detenidas considero que son los sospechosos y responsables de la participación, desaparición y posterior muerte de Cecilia», dijo Cáceres Olivera.
Melgarejo declaró en dos oportunidades ante el EFE ya que primero dijo que había visto con vida a Cecilia, amordazada en la cabina de una camioneta, en una chanchería situada en un campo de la familia, en la zona de Puerto Tirol, lo cual derivó en una serie de allanamientos en el que secuestraron las prendas de vestir que aparentemente llevaba Obregón el día 2 de junio.
Pero en la ampliación de la indagatoria, el acusado insistió con que estuvo «amordazada», que lo amenazaron con «ser el próximo» si hablaba y que en realidad el cuerpo fue llevado a un «basural», aunque no supo decir la ubicación.
Además, el imputado vinculó en el caso a un excasero del campo que hacía dos años y medio que no trabajaba allí y que hacía trabajos de albañilería, por lo que fue convocado como testigo y lo desmintió.
En el marco de los allanamientos que provocaron sus dichos (relativizados por los investigadores), los detectives también secuestraron restos óseos que hoy iban a ser peritados por un equipo de antropología forense de Córdoba que buscará determinar si son humanos.
Gustavo Obregón y su esposa Fabiana González también declararon, y para los investigadores la indagatoria más importante fue la del hombre ya que dijo que «César y Emerenciano Sena fueron a quemar algo» en un sector de la chanchería, por lo que hoy continuaban los operativos en busca de más rastros.
Por Ernesto Zambrini, enviado especial de Télam