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Carsa, una de las licenciatarias de Musimundo, reestructuró $ 2500 millones de deuda con bancos

Carsa, una de las dos licenciatarias de la cadena de venta de electrodomésticos y electrónica Musimundo, llegó a un acuerdo con sus bancos acreedores para reestructurar parte de su deuda financiera.

Según pudo saber El Cronista, el acuerdo es por una cifra cercana a los $ 2500 millones. «Significa una muy buena noticia para la firma, que negoció la deuda con aproximadamente 22 entidades bancarias», señalaron conocedores de la operación.

La empresa chaqueña comunicó la noticia en una nota que envió a la Comisión Nacional de Valores (CNV) y al Mercado Abierto Electrónico (MAE) este viernes. «Nos dirigimos a ustedes y al público inversor a fin de informar que se alcanzó un acuerdo de reestructuración de la deuda financiera con las entidades bancarias acreedoras, que permitirá superar la situación de mora», indicó.

«Al momento, se están redactando los documentos correspondientes, con cuya suscripción se formalizará este acuerdo», agregó el texto. De acuerdo con su último estado contable, cerrado al 30 de noviembre de 2020, el pasivo financiero corriente de Carsa asciende a $ 2588 millones, mientras que el no corriente alcanza los $ 1161 millones.

La empresa tiene un saldo de $ 2480 millones por préstamos y descubiertos con los bancos Hipotecario, Nación, Santander, Macro, BST, Nuevo Banco del Chaco y Banco de Formosa, entre otros. Asimismo, acumula un pasivo de $ 944 millones por Obligaciones Negociables (ON) Serie VIII y Serie IX Clase B.

En tanto, su patrimonio neto es de $ 361 millones. Entre septiembre y noviembre de 2020, tuvo ingresos por ventas por $ 1310 millones, lo que significa casi un 20% menos comparado al mismo período de 2019, cuando le entraron $ 1633 millones.

La falta de abastecimiento por parte de proveedores clave hizo que la empresa perdiera peso en el mercado en el último tiempo, sumado a la caída de las ventas y los bajos ingresos que complicaron su situación financiera.

En 2018, la compañía logró salir del concurso de acreedores, por un pasivo calculado en $ 3000 millones, pero, desde 2019, se encontraba negociando su acuerdo de reestructuración de deuda, «producto del agravamiento de la situación económica del país», según informaron en aquel entonces fuentes vinculadas a la firma.

«El plan de reestructuración se hizo en base a un pronóstico de ventas muy conservador atento a la situación del país, que combina alta inflación con recesión. Aun siendo un plan que se podía cumplir, se vio resentido por las circunstancias que afectan al mundo, y al país en particular, desde marzo de 2020. La Sociedad espera contar con recursos suficientes para realizar el pago de los servicios adeudados a partir de la revisión de los acuerdos vigentes», explicó la empresa en su último balance.

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