Caída del Muro de Berlín: el día que cambió el mundo
Esto ocurría un 9 de noviembre de 1989. La historia completa.
El 9 de noviembre de 1989 cambió el mundo para siempre. La construcción del Muro de Berlín y, especialmente su caída este día, forman parte de los momentos más importantes de la historia del siglo XX.
Este muro dividió Berlín en dos partes durante 28 años, separando a familias y amigos, pero sobre todo dos formas de poder político.
La Cortina de Hierro designa la separación, primero ideológica y después física, establecida en Europa tras la Segunda Guerra Mundial entre la zona de influencia soviética en el Este, y los países del Oeste.
Al finalizar la II Guerra Mundial, tras la división de Alemania, Berlín también quedó dividida en cuatro sectores de ocupación: soviético, estadounidense, francés e inglés. Las malas relaciones entre los comunistas y los aliados fueron creciendo hasta llegar al punto en que surgieron dos monedas, dos ideales políticos y, finalmente, dos alemanias.
En 1949, los tres sectores occidentales (estadounidense, francés y británico) pasaron a llamarse República Federal Alemana (RFA) y el sector oriental (soviético) se convirtió en la República Democrática Alemana (RDA).
El Muro de Berlín fue construido a partir de 1949 por Hungría, y después por los demás países del bloque comunista, la Cortina de Hierro estaba compuesta de alambradas de púas, zanjas, construcciones de cemento, alarmas eléctricas, instalaciones de disparos automáticos o minas, que se extendían varios miles de kilómetros.
En Alemania del Este, los dirigentes comunistas decretaron en 1952 una zona de prohibición de diez metros de ancho a lo largo de la frontera con la República Federal de Alemania (RFA), con vallas de alambres de púas y puestos de vigilancia. Así nació el Muro de Berlín.
La maltrecha economía soviética y la floreciente Berlín occidental hicieron que hasta el año 1961 casi 3 millones de personas dejaran atrás la Alemania Oriental para adentrarse en el capitalismo.
La RDA comenzó a darse cuenta de la pérdida de población que sufría (especialmente de altos perfiles) y, la noche del 12 de agosto de 1961, decidió levantar un muro provisional y cerrar 69 puntos de control, dejando abiertos sólo 12.
El Muro de Berlín acabó por convertirse en una pared de hormigón de entre 3,5 y 4 metros de altura, con un interior formado por cables de acero para aumentar su resistencia. En la parte superior colocaron una superficie semiesférica para que nadie pudiera agarrarse a ella.
LA CAÍDA DEL MURO
En mayo de 1989, Hungría decidió abrir su frontera con Austria, lo que significó la primera brecha en la Cortina de Hierro.
El 19 de agosto, más de 600 alemanes del Este, de vacaciones en Hungría, aprovecharon la apertura de un puesto fronterizo con Austria con motivo de un picnic paneuropeo para huir al Oeste, primer éxodo masivo de este tipo desde 1961.
Los regímenes comunistas de Europa del Este comenzaron a caer y la URSS, entonces dirigida por Mijaíl Gorbachov, no intervino. La RDA vivió manifestaciones sin precedentes.
El 9 de noviembre, un alto dirigente de la RDA fue sorprendido cuando se le preguntó por la fecha de entrada en vigor de los nuevos derechos de circulación para los alemanes del Este. «Que yo sepa, inmediatamente», balbuceó ante la prensa.
Su respuesta desencadenó una riada de miles de berlineses del Este hacia los puestos de control, donde los guardias, confundidos, terminaron levantando las barreras.
Durante la noche, los berlineses eufóricos celebraron el acontecimiento encaramados al muro, y después comenzaron a destruirlo con picos. En los dos años siguientes, la URSS se desmoronó.