Boris Johnson fue dado de alta, pero no volverá a trabajar de inmediato
El primer ministro británico, Boris Johnson, fue dado hoy de alta del hospital St Thomas, donde fue internado hace una semana por el agravamiento de síntomas de coronavirus, y seguirá su recuperación en su residencia de campo sin trabajar, el mismo día que el país superó los 10.000 muertos.
«El primer ministro fue dado de alta del hospital y continuará su recuperación en Chequers (residencia de campo del jefe de gobierno británico). Por recomendación de su equipo médico, el primer ministro no volverá de inmediato al trabajo. Desea agradecer a todos en St Thomas por el increíble cuidado que recibió», aseguró el vocero del gobierno, citado por el diario The Guardian.
Poco después de su salida del hospital, Johnson, de 55 años, publicó un video en sus redes sociales para agradecer personalmente al sistema de salud público británico, el NHS: «Es difícil encontrar las palabras para expresar la deuda que tengo con el NHS por salvar mi vida».
En su mensaje de cinco minutos y por momentos visiblemente emocionado, Johnson -quien en el pasado votó en contra de aumentos salariales para empleados del NHS y fue acusado de querer privatizarlo- calificó al sistema de salud público como el «corazón latente» y «el activo más importante del país».
Con un buen semblante y sin aparente dificultad para hablar, agradeció uno a uno a los enfermeros y enfermeras que lo cuidaron, especialmente a dos: Jenny, de Nueva Zelanda, y Luis, de Portugal.
Johnson representa al sector del Partido Conservador que más fuerte ha luchado por cerrar las fronteras a la inmigración o de limitarla, en el caso de la Unión Europea, con la salida del bloque a finales del año pasado.
En su mensaje a la nación, el premier también aprovechó para volver a defender las medidas de confinamiento general obligatorio, aseguró que están funcionando y adelantó que durarán un tiempo más.
Mientras el crecimiento de número de casos parece haber comenzado a amesetarse, la cifra de muertos sigue aumentando a un ritmo significativo.
El ministro de Salud, Matt Hancock, calificó a la jornada de hoy como «un día sombrío» ya que el país registró cerca de 800 muertes nuevas y superó un total de 10.600. Los contagios, en total, suman al día de hoy 85.173.
En otras palabras, significa que más de la mitad de los pacientes internados hasta ahora con coronavirus fallecieron, según las cifras de NHS.
Uno de los científicos que asesora al gobierno británico, Jeremy Farrar, advirtió hoy en diálogo con la cadena pública BBC, que el Reino Unido podría ser «uno de los países más afectados, sino el más afectado, de Europa», lo que se suma a los pronósticos sombríos de otros científicos que en los últimos días hablaron de un aumento significativo de muertos.
En este contexto, Hancock anunció en su conferencia diaria de hoy que hay casi 2.300 camas disponibles en el país.
Sin embargo, la lluvia de críticas por la falta de protección para los trabajadores de la salud continúa, luego que Hancock le pidiera a estos empleados usar «con cuidado» el «escaso recurso».
Al menos 19 empleados de la salud ya fallecieron en el país y, solo entre ayer y hoy, 838 trabajadores del NHS dieron positivo por coronavirus.
La situación es tan dramática que el Colegio Real de Enfermería recomendó a sus miembros negarle la atención a los pacientes «en última instancia», si el gobierno no les provee el equipamiento de protección.
Ya hace unos días, la Asociación Médica Británica había denunciado la ausencia de material de protección y advertido que se estaba «poniendo en riesgo» la vida de los profesionales.
Mientras Johnson continúe su recuperación en Chequers, el gobierno seguirá en manos del canciller Dominic Raab, quien en su primera semana en funciones ya anunció que el confinamiento general obligatorio continuará más allá de las tres semanas anunciadas inicialmente.
Esta semana debería anunciar el nuevo plazo para la medida y sus características.
En paralelo, el líder conservador de la Cámara de los Comunes, Jacob Rees-Mogg, informó hoy que el Parlamento británico reanudará sus funciones el próximo 21 de abril, pero lo hará de manera remota para cumplir con las normas de confinamiento y distanciamiento social.
«El Parlamento regresará el 21 de abril para cumplir con sus funciones constitucionales esenciales de conducir el escrutinio, autorizar los gastos y hacer leyes», según un comunicado, citado por la agencia Europa Press.
Anoche, el flamante líder de la oposición, el laborista Keir Starmer, le había exigido al oficialismo que reabra el Parlamento de inmediato para poder fiscalizar la gestión del gobierno frente a la pandemia.
«Puedo aceptar que es difícil para el Parlamento volver a sesionar como de costumbre en este momento, pero hay ejemplos claros en todo el mundo de parlamentos que operan de manera efectiva mediante el uso de nuevas tecnologías y diferentes modelos», exigió Starmer, uno de los dirigentes que criticó con dureza la relajada reacción inicial de Johnson a la pandemia.
Fuente:
Télam