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Boca goleó a Defensores de Belgrano y avanzó a octavos de final de la Copa Argentina

Boca cumplió su parte de la misión: derrotó 3-0 a Defensores de Belgrano y avanzó a los octavos de final de la Copa Argentina. En dicha instancia podría enfrentarse a River, si el Millonario supera a Atlético Tucumán, en un cruce con fecha a confirmar (sería el 7 de abril, en Santiago del Estero).

Mauro Zárate en dos oportunidades (ambas de penal) y Emmanuel Mas anotaron para los dirigidos por Miguel Ángel Russo que, a pesar de alinear una formación alternativa, marcaron la diferencia de categoría desde el principio de las acciones. Así, los de la Ribera dejaron atrás el mal paso ante Talleres de Córdoba (derrota 1-2 ante Talleres) en la última jornada de la Copa de la Liga Profesional.

El Xeneize saltó al campo con la idea de no dejar dudas. Se posicionó en campo contrario, asfixió al Dragón con la presión, llenó el área de centros y terminó golpeando. A los 2 minutos, Rojas, de cabeza, casi convierte. Instantes después, Buffarini probó a Pietrobono con un remate. Y, a los 8′, Sosa tocó el balón con la mano a la salida de un córner y le dio la posibilidad a Zárate para que abriera el marcador de penal: 1-0.

Recién ahí empezó a jugar Defe. Rojo le cometió una absurda falta en el borde del área al Animal López y Martínez desvió el tiro libre por encima del travesaño. Al menos, el elenco de la Primera Nacional presentó una batalla diferente, más allá de las facilidades que recibieron Varela y Almendra para manejar la pelota.

Los conducidos por Esmerado apostaron al pelotazo a López, un roble, y la segunda jugada. Boca cargó el juego por derecha, donde Nadal padeció a Zeballos (amonestado, bordeó la roja en más de una oportunidad). A los 20, Obando casi amplía al conectar tras un rebote un desborde por esa banda: Pietrobono, elástico, contuvo levantándose del césped.

Con un juego más físico, Defensores emparejó. Pero en el aire quedó permanentemente la sensación de que Boca, cada vez que hizo pesar su jerarquía, lastimó. Como en el epílogo de la etapa inicial, con la jugada individual y el posterior remate de Zárate.

El segundo tiempo entró en una meseta. Zárate probó con un intento lejano, pero en el tedio, Defe empezó a acercarse a Rossi, sobre todo desde la velocidad de Martínez. Así, por caso, a los 8′ del complemento, Olivares hizo temblar el travesaño con un tiro libre furibundo.

Russo movió el banco, hizo entrar a Medina y a Izquierdoz por Almendra y Rojo (de presentación como titular discreta, mejor en el juego aéreo que en el resto de las facetas) y el juvenil volante mixto casi amplía el marcador a los 13, cuando definió con calidad tras el centro de Obando y su toque le hizo viento al palo izquierdo de Pietrobono.

En esa acción, el zurdo Obando se ofreció como llave del pleito. Y lo confirmó a los 16′. Zárate lo habilitó, el mediocampista surgido de las inferiores desbordó con pericia y encontró a Mas en posición de 9 para que pusiera el 2-0 y le inyectara alivio al equipo auriazul.

Ahí, el partido se terminó de quebrar. Boca rubricó la pequeña sociedad que conformaron Zárate y Obando, y el juvenil generó otro penal, que el ex Vélez transformó en el 3-0 a los 31 minutos de acción.

Así, el Xeneize dejó atrás horas turbulentas. Y le pasó la presión a River, pensando en la posibilidad de un clásico. El buen nivel de Zárate más retrasado y no como N° 9, la interesante actuación de Obando como volante-extremo, y algunas pinceladas de los volantes, las noticias a rescatar para Boca. Además de la victoria, claro, que lo deja con las chances intactas de soñar con el título…Y con un nuevo cara a cara con River.

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