Nacionales

Biodiversidad: UNNE y CONICET realizaron en estudio para identificar áreas prioritarias y vacíos de conservación

El Instituto de Botánica del Nordeste (IBONE) y el Centro de Ecología Aplicada del Litoral (CECOAL), dependientes de la UNNE y CONICET, participaron en la elaboración del informe nacional “Identificación de vacíos de conservación ecorregionales”. Específicamente aportaron a la tipificación de prioridades y vacíos de conservación de las regiones “Campos y Malezales”, “Esteros del Iberá” y “Selva Paranaense”.

El informe “Identificación de vacíos de conservación ecorregionales” fue una consultoría coordinada por el Sistema de Información de la Biodiversidad (SIB) de la Administración de Parques Nacionales, cuyo objetivo fue identificar áreas prioritarias para la conservación de la biodiversidad, así como áreas de relevancia que no cuentan con protección.

El estudio abarcó a las ecorregiones Altos Andes, Puna, Monte de Sierras y Bolsones, Espinal, Pampa, Delta e Islas del Paraná, Campos y Malezales, Esteros del Iberá, Selva Paranaense y Costero-Marina.

La consultoría, cuyos resultados fueron publicados recientemente por el SIB, involucró a seis institutos dependientes de Conicet, entre ellos el Instituto de Botánica del Nordeste (IBONE) y el Centro de Ecología Aplicada del Litoral (CECOAL), de dependencia compartida entre la Universidad Nacional del Nordeste (UNNE).

Los investigadores del IBONE y CECOAL participaron en el análisis de las regiones “Campos y Malezales”, “Esteros del Iberá” y “Selva Paranaense”, trabajos en los que interactuaron con investigadores del Instituto Nacional de Limnología (Conicet UNL) y del Instituto de Biología Subtropical (Conicet-UNaM).

 

Situación nacional

En el informe a nivel nacional se identificaron 85 vacíos de conservación en las 10 ecorregiones.

Las amenazas principales identificadas fueron comunes a la mayor parte de las ecorregiones, incluyendo el reemplazo de ecosistemas por áreas productivas y urbanas, la red vial, el uso inadecuado del fuego, la cacería y sobrepesca y la contaminación, entre otros.

Para la identificación de las áreas prioritarias, se consideró la presencia de especies vulnerables y/o amenazadas de extinción y endémicas (irremplazabilidad).

Se consideraron especies animales (aves, mamíferos, reptiles, anfibios, artrópodos y peces en costa) y plantas vasculares para las cuales se cuenta con información suficiente. Sumado a esto, se seleccionaron algunas especies por su valor desde el punto de vista ecosistémico.

En una segunda etapa, se construyó el área de distribución en Argentina para cada especie seleccionada y se ponderó su valor de conservación de acuerdo con su amenaza nacional e internacional y grado de irremplazabilidad para cada ecorregión.

Para estimar las prioridades de conservación, se realizaron subdivisiones del “5% de cuencas de mayor prioridad”, “10% de cuencas de mayor prioridad” y “20% de cuencas de mayor prioridad”.

En cuanto a vacíos de conservación, los mapas de representación espacial de las variables analizadas fueron solapados con la red actual de áreas protegidas y ordenamientos territoriales para así detectar aquellos sitios que presenta elementos relevantes de la biodiversidad que están por fuera de las áreas protegidas existentes.

Campos y malezales

En el caso de la Ecorregión Campos y Malezales estuvo a cargo de los investigadores Viviana G. Solís Neffa (IBONE), Adrián Di Giácomo (CECOAL); Gustavo A. Zurita (IBS), Sebastián Cirignoli (IBS), Félix I. Contreras (CECOAL), Alejandro R. Giraudo (INALI), Juan A. Insaurralde (IBS), Walter A. Medina (IBONE), Ignacio Minoli (IBS), Roberto M. Salas (IBONE), Diego Varela (IBS), Gisela M. Via do Pico (IBONE), Juan P. Zurano (IBS).

Los campos y malezales abarcan una superficie de casi 26.020 km2 en el sudoeste de Misiones y el este de Corrientes (0,2% del territorio nacional).

Al norte predominan los pastizales y pajonales (campos), interrumpidos por delgadas franjas de selva de galería de los ríos y por pequeñas isletas de bosques (capones o mogotes). Hacia el sur, predominan los pajonales casi puros y muy uniformes debido a la persistencia del anegamiento en los suelos con limitaciones por el mal drenaje (malezales).

Esta ecorregión es muy rica en especies ya que contiene el 31 % de los géneros y el 51 % de las familias de la flora argentina. A pesar de su valor ecosistémico, cuenta con escasas áreas protegidas.

En la ecorregión de los campos y malezales, si se considera sólo el 5% de la cuenca con mayor prioridad de conservación, se observa un área de mayor prioridad en el sector norte que solapa con el sector de la cuenca alta del río Aguapey. Este sector además presenta el área de mayor cobertura de plantaciones forestales en macizo, o continuas, de toda la provincia.

Otro sector de importancia para la conservación se encuentra en el sur de Misiones en la cuenca del arroyo Garupá.

En la evaluación realizada con los porcentajes de 10% y 20% de prioridad de conservación y de irremplazabilidad, el área prioritaria se extiende hacia el este y al sur, siguiendo la Cuenca del Río Aguapey en todo su recorrido e incluyendo casi todo el sector forestal del extremo nordeste de la provincia de Corrientes.

En cuanto a vacíos de conservación, la ecorregión de los Campos y Malezales se identificaron cuatro áreas de vacío utilizando el análisis de información de especies amenazadas y especies de distribución restringidas presente en celdas de 5 × 5 km.

Para complementar la captura de elementos relevantes para la conservación se identificaron otras cuatro áreas de vacío utilizando la información generada durante la elaboración de este informe sobre poblaciones de especies, el conocimiento del terreno de los expertos consultados y los ejercicios de identificación de áreas prioritarias para la conservación realizados con anterioridad.

Los vacíos identificados en campos y malezales son: Alta cuenca del río Aguapey, Campos de Candelaria, Cuenca del río Aguapey, Palmeral de Bonpland, Tres Cerros, Colonia Carlos Pellegrini, Selvas del río Uruguay y Arroyo del Medio.

Esteros del Iberá

El estudio de la ecorregión “Esteros del Iberá” estuvo a cargo de Adrián Di Giácomo (CECOAL), Viviana G. Solís Neffa (IBONE), Gustavo A. Zurita (IBS), Sebastián Cirignoli (IBS), Félix I. Contreras (CECOAL), Alejandro R. Giraudo (INALI), Juan A. Insaurralde (IBS), Walter A. Medina (IBONE), Ignacio Minoli (IBS), Roberto M. Salas (IBONE), Diego Varela (IBS), Gisela M. Via do Pico (IBONE), Juan P. Zurano (IBS).

La ecorregión de los Esteros del Iberá cubre una superficie de casi 3.753.000 hectáreas en el centro y oeste de la provincia de Corrientes (1.3 % del territorio nacional).

La superficie protegida de esta ecorregión alcanza el 35% concentrada en el área núcleo de los Esteros del Iberá en el centro de la provincia de Corrientes.

Se encuentra mayormente protegido bajo figuras de parque nacional, parque provincial y reserva provincial, sin embargo, en el resto de la ecorregión que abarca amplios sectores del oeste provincial no existen áreas protegidas representativas.

En ese sentido, en la ecorregión de los Esteros del Iberá de la provincia de Corrientes, considerando el 5% de las cuencas de mayor prioridad de conservación e irremplazabilidad, en el estudio se destacan dos sectores de prioridad.

Por un lado, el sector extremo norte de los Esteros de Iberá, entre las localidades de Ituzaingó y Loreto. Por otro lado, la lomada que discurre entre Caá Catí y Mburucuyá.

Al aumentar el porcentaje de prioridad de conservación al 10% y 20%, ambos sectores se conectan en un bloque que resulta complementario a las áreas protegidas actualmente delimitadas en la región como el Parque Nacional Mburucuyá y Parque Nacional Iberá.

Cabe destacar que un sector norte señalado de mayor prioridad en los Esteros de Iberá se encuentra además dentro de los límites de la Reserva Provincial y Parque Provincial Iberá.

En la ecorregión de los Esteros del Iberá se identificaron dos áreas de vacío utilizando el análisis de información de especies amenazadas y especies de distribución restringidas presente en celdas de 5 × 5 km.

Para complementar la captura de elementos relevantes para la conservación se identificaron otras cuatro áreas de vacío.

Así las “áreas de vacío” identificadas fueron: Sector Norte Esteros del Iberá, Lomada Caá Catí a Mburucuyá, Corredor Iberá – Mburucuyá, Puerto Valle – Galarza, El Libertador, y el Corredor Mburucuyá-San Roque.

Selva paranaense

En cuanto a la ecorregión “Selva Paranaense”, el estudio contó con la participación de Gustavo A. Zurita (IBS), Adrián Di Giácomo (CECOAL), Viviana G. Solís Neffa (IBONE), Sebastián Cirignoli (IBS), Félix I. Contreras (CECOAL), Alejandro R. Giraudo (INALI), Juan A. Insaurralde (IBS), Walter A. Medina (IBONE), Ignacio Minoli (IBS), Roberto M. Salas (IBONE), Diego Varela (IBS), Gisela M. Via do Pico (IBONE) y Juan P. Zurano (IBS).

La Selva Paranaense (o bosque Atlántico del Alto Paraná) se encuentra ubicada en la provincia de Misiones (principalmente) y constituye una de las ecorregiones con menor superficie en Argentina.

Sin embargo, por su riqueza de especies, porcentaje de endemismos, especies en peligro de extinción y grado de amenaza representa uno de los ecosistemas con mayor prioridad para la conservación a nivel global.

Prioridades. Las áreas de prioridad de conservación identificadas con la restricción del 5% de cobertura de la ecorregión de Selva Paranaense se ubican dos sectores. Por un lado, en el área de influencia de la Reserva de Biosfera Yabotí, entre el Parque Provincial Esmeralda al este, y las reservas provinciales cultural de «Papel Misionero» y la reserva de uso múltiple «Área Experimental Guaraní».

Este núcleo identificado resulta complementario de estas áreas protegidas de diferentes usos y propósitos. Por otro lado, en los alrededores de San Pedro se encuentra otra área de prioridad para la conservación, y que no cuenta con suficientes áreas protegidas.

Un tercer enclave de importancia y continuidad menor se encuentra en el sector del Parque Provincial Salto Encantado del Cuña Pirú y la Reserva Provincial Cultural.

Cuando se amplía la cobertura al 10% de áreas prioritarias, las dos áreas de mayor prioridad identificadas en el área de Yabotí y en el área de San Pedro, se unen en un bloque central de selva en buen estado de conservación que conecta las áreas protegidas del norte de la ecorregión (Iguazú, Urugua-í, entre otras) y las áreas protegidas dentro de la Reserva de Biosfera de Yabotí.

Por otra parte, el núcleo de importancia ubicado en Salto Encantado, aumenta su cobertura.

Finalmente, con el 20% de cobertura de áreas prioritarias, todos los núcleos de importancia antes mencionados se conectan y conforman un bloque de selva paranaense en mejor estado de conservación que acompaña la delimitación del denominado “Corredor Verde”.

En la ecorregión de la Selva Paranaense se identificaron 17 áreas de vacío utilizando el análisis de información de especies amenazadas y especies de distribución restringidas presente en celdas de 5 × 5 km. Adicionalmente se tuvo en cuenta las áreas previamente determinadas como áreas de importancia para la conservación de las aves (AICAs) y áreas claves para la conservación de la biodiversidad (KBAs).

También se tuvo en cuenta el rol de conectividad que presentan algunos sectores entre áreas protegidas preexistentes o vacíos identificados.

Las áreas de vacíos de conservación son “San Jorge, Sierra Morena, Cerro 60, Valle de la Alegría, Forestal Belga, Caá Yarí, Yabotí Norte, Piraí, Cuña Pirú Sur, Teyú Cuaré, Dos de Mayo, Fracrán, El Cedral, Aguarí Mí – Esperanza, Corredor Uruguaí – Foerster, Corredor Península de Andresito, Sierras del Chapá.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.