Avanza en EEUU la polémica reforma de salud de Trump
La Cámara de Representantes de Estados Unidos aprobó este jueves por una estrecha mayoría de 217 votos a favor y 213 en contra una nueva ley de salud para reemplazar algunos aspectos de la reforma conocida como «Obamacare».
Un primer proyecto de los republicanos en este sentido había fracasado el 24 de marzo. La eliminación de la «Obamacare», destinada a mejorar el acceso de la población a la atención sanitaria, había sido una de las principales promesas de campaña del presidente Donald Trump.
«Ganamos», dijo Trump en una conferencia de prensa en el Jardín de las Rosas de la Casa Blanca junto a varios legisladores republicanos tras la votación. Por su parte el republicano Paul Ryan, que preside la Cámara de Representantes, dijo en la misma comparecencia que la aprobación era «apenas un paso en el proceso».
Los críticos de la nueva ley señalan que esta representa serias desventajas para las personas enfermas en Estados Unidos y que ya no se parece en nada a un seguro de salud.
Si la nueva ley se implementa como está ahora, representará un cambio fundamental para el sistema de salud. Sin embargo, el Senado ya se ha manifestado de forma crítica y es probable que no apruebe la ley sin más. Además, los republicanos cuentan allí con una mayoría más ajustada que en la Cámara de Representantes. El Senado no debatirá la ley antes de junio.
«Será una victoria increíble si logramos que la apruebe el Senado», afirmó Trump.
El voto positivo de hoy es sin embargo un gran triunfo para Trump: es la primera ley significativa sobre la que su partido se pudo poner de acuerdo.
La votación había estado precedida por intensas negociaciones entre los distintos grupos partidarios con la Casa Blanca. También se trata de una victoria importante para Paul Ryan.
Debido a la enorme presión de tiempo, ningún representante logró leer toda la ley. Tampoco se conocen las consecuencias financieras de la misma. Los representantes se iban a reunir después de hoy recién el 16 de mayo, por eso estaban más apremiados.
Uno de los puntos más polémicos es el seguro para personas con enfermedades preexistentes. El líder de la mayoría republicana Kevin McCarthy dijo que esto seguirá en pie, pero bajarán los costos totales del seguro de salud.
Sin embargo, la nueva ley prevé que, en determinadas circunstancias, las aseguradoras pueden cobrar más a pacientes gravemente enfermos. A cambio, se pone a disposición de las personas con enfermedades preexistentes ayuda financiera por 8.000 millones de dólares. Los críticos aseguran que esta suma es demasiado baja.
La nueva ley es cuestionada por asociaciones médicas, organizaciones sociales y demócratas. Todos afirman que se verán perjudicadas las personas enfermas. Los demócratas Charles Schumer y Nancy Pelosi dijeron que esta ley era como darle jarabe para la tos a un paciente con cáncer en estadio cuatro. Pelosi añadió que era un chiste mortal.
La votación se produjo antes de que pudiera evaluar la nueva ley la Oficina de Presupuestos del Congreso (CBO), una agencia gubernamental independiente encargada de analizar el coste-beneficio de las propuestas legislativas.
El plan presentado en marzo por Trump iba a dejar sin cobertura sanitaria a 24 millones de personas, según la evaluación hecha en su momento por la CBO.
Los demócratas acusan a los republicanos de estar tratando de aprobar la ley sin el informe de la CBO y sin un debate público sobre el tema. «Forzar la votación sin el reporte de la CBO demuestra que los republicanos están aterrorizados de que la opinión pública conozca todas las consecuencias de su plan», aseguró Pelosi.
La demócrata describió la ley como «Trumpcare» y dijo que la nueva versión «aniquila beneficios de salud esenciales» al igual que la versión anterior. «Estaba muerta», señaló. «Ahora volvió a la vida como un zombie y da aún más miedo», añadió.
La Ley de Cuidados Accesibles, conocida como Obamacare, fue firmada por Barack Obama el 23 de marzo de 2010 y hace obligatorio para todos los estadounidenses tener un seguro de salud, además de ofrecer ayudas a quienes no tuvieran medios para pagárselo.
Según los demócratas, Obamacare -considerado por éstos como uno de los principales legados del ahora ex presidente- consiguió que 20 millones de personas antes excluidas tuvieran un seguro médico.
A diferencia de otros países, Estados Unidos no tiene un sistema público que garantice la cobertura sanitaria de todos los ciudadanos. Actualmente, millones de estadounidenses dependen de Obamacare, sobre todo los que menos ganan, que tienen una cobertura básica llamada Medicaid.
Pero Obamacare tiene algunos puntos críticos: primas elevadas y la supuesta injerencia en las libertades individuales que implica para algunos la imposición de contratación de un seguro médico.
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