Australia quiere enseñar seguridad informática desde los 5 años
Celulares, tablets, computadoras y otros dispositivos conectados integran la cotidianidad de millones de nenes y adolescentes alrededor del mundo. A los nativos digitales, tal como se los conoce, el uso de esos equipos propicia oportunidades y también supone riesgos, entre estos últimos, una serie de aspectos relacionados a la ciberseguridad y a su impacto “más allá de las pantallas”. En vista de ello, Australia avanza para convertirse en uno de los primeros países en los que se enseñará seguridad informática en las escuelas.
Tal como nota Gizmodo en su repaso, los más pequeños son diestros en el uso de esos dispositivos y servicios digitales, aunque no necesariamente se les informa sobre aplicaciones inseguras, o se les ofrecen detalles acerca de la privacidad y de los peligros que podría implicar abrir un correo electrónico que proviene de una fuente desconocida. “Simplemente no es algo que se priorice en la educación infantil”, señala la fuente.
Seguridad informática en las escuelas
Mientras que varios países evalúan incorporar la ciberseguridad en los planes de estudio, Australia podría picar en punta en ese terreno. Allí avanzan en un proceso de revisión del cronograma educativa nacional y el borrador más reciente incluye un apartado en el que se detalla la idea de enseñar seguridad informática a los chicos de entre 5 y 16 años.
En ese sentido, la instrucción en esa materia tendría un enfoque constante y a la vez gradual, ofreciendo a los niños diferentes nociones en ese terreno (desde el cuidado de los datos, pasando por aspectos más técnicos y los riesgos del malware, etcétera) de acuerdo a las edades.
Por caso, a los 5 años se les enseñaría a no compartir con extraños información personal como nombres completos o fecha de nacimiento, y la importancia de siempre consultar a los adultos para ingresar datos en servicios online. A una edad más avanzada recibirían instrucción para un mejor uso de las contraseñas y los peligros de hacer clic en enlaces emergentes. Más tarde prevén “lecciones más serias” sobre privacidad y acerca de cómo las compañías pueden usar los datos de los usuarios, por ejemplo para conocer su ubicación geográfica. Siguiendo a la fuente, también prevén ayudar a los niños a descifrar la diferencia entre información fáctica y la desinformación.
Cabe señalar que los datos divulgados corresponden a un borrador, tal como mencionamos anteriormente, y que en ese sentido no se sabe a ciencia cierta si los planes allí descritos llegarán finalmente al plan de estudios australiano.