Argentina perdió pero ya piensa en la final del domingo frente a Venezuela
El combinado nacional, que enfrentó al poderoso anfitrión con un plantel de nueve jugadoras, cayó frente a uno de los candidatos pero tendrá una rápida revancha en busca del boleto a la próxima ronda.
Si en la previa del torneo el encuentro frente a Puerto Rico era uno de los escollos más complejos de la primera ronda, la impensada situación que azotó a la Selección acrecentó las dificultades para un combinado nacional que afrontó un duelo frente a un rival de primer nivel mundial con una rotación de nueve jugadoras tras las bajas de Agostina Burani, Melisa Gretter y Andrea Boquete. Pero Argentina salió a luchar contra el poderío del anfitrión y, pese al 79-56 final, cumplió un aceptable papel que dejó algunas conclusiones positivas de cara a la final de este domingo a las 19.10 frente a Venezuela.
Fue difícil de sobrellevar una primera mitad en la que Puerto Rico redondeó una actuación infalible. Ni siquiera cuando Argentina conseguía plantarse bien en defensa podía oponer resistencia a un local que se fue envalentonando a partir de su propia eficacia y desató un bombardeo desde el perímetro. Jennifer O’Neill encestaba, jugaba, defendía, robaba y hacía jugar. Escoltada por Dayshalee Salaman y apuntalada por una actuación coral del profundo plantel boricua, fue indefendible y lideró a un equipo que cerró la primera mitad con una diferencia de 26 puntos gracias a sus altísimos porcentajes de cancha (52%) y desde el perímetro (50% en 16 intentos). Las locales se floreaban bajo las órdenes de una O’Neill brillante que fue la máxima anotadora del juego con 20 puntos además de cinco asistencias, cuatro rebotes, cinco robos, 58.3% de cancha y 44.4% de tres. .
Pero esta Argentina diezmada en su rotación demostró que nunca se rinde. Con carácter y corazón expusieron la resiliencia que les permitió ganarle a República Dominicana en el debut pese a las complicaciones inherentes al coronavirus, la tristeza por las bajas y la incertidumbre que reinó hasta último momento por el resultado del test realizado a Macarena Rosset. El elenco de Gregorio Martínez siguió luchando aún pese a una desventaja que era irremontable y se quedó con el tercer cuarto con un parcial de 20-18, insuficiente para soñar con revertir el marcador pero satisfactorio para sembrar buenas sensaciones de cara al futuro. El escenario se repitió en el último parcial en el cual también se impuso por la mínima diferencia (11-10) en otra caricia a su espíritu.
Porque pese a sufrir una caída lógica en la previa, Martínez, su cuerpo técnico y sus jugadoras podrán quedarse con algunas conclusiones útiles para el futuro inmediato. La actuación de Victoria Gauna, quien disputó el segundo juego de su incipiente carrera en la Selección, fue una gran noticia: con actitud, personalidad y energía aprovechó al máximo la oportunidad, lideró con su intensidad al equipo y terminó como la máxima anotadora celeste y blanca con 13 puntos. Diana Cabrera fue otra vez una buena noticia en la zona pintada con 6 rebotes y 6 puntos además de su incesante aporte defensivo. Macarena Rosset apareció en todo su esplendor durante el tercer parcial y Agustina García expuso su desfachatez para atacar al aro aún en desventaja.
Síntoma compartido con el debut, Argentina ejecutó su plan y nunca perdió la cabeza. Nunca dejó de defender ni de luchar aún pese a un trámite al que desde lo numérico le sobraron los últimos dos cuartos. Sin embargo, esos últimos veinte minutos fueron trascendentales para un equipo que se curó sus propias heridas para cargarse de optimismo de cara al trascendental encuentro que afrontará este domingo frente a Venezuela. El mano a mano frente a la Vinotinto será clave para la clasificación a la próxima ronda.