Apagón histórico: Investigan si se produjo por comprar energía más barata a Brasil
En el histórico “apagón” del domingo 16 de junio confluyeron fallas técnicas con decisiones económicas. Brasil le ofreció a Cammesa, la mayorista del sistema eléctrico local, energía a menor precio de lo que cuesta producir ese suministro en el país. Y Cammesa aceptó. También la Secretaría de Energía del gobierno nacional. Se estima que lo hizo pensando en el ahorro que eso provocaba, pero no sopesó los riesgos técnicos, según varios especialistas del sector, que prefieren no ser identificados.
Hace dos semanas, Argentina tomó 1.000 MW desde Brasil y 300 MW de Salto Grande (de Uruguay). No hay antecedentes de una operación de esa naturaleza mientras una línea de transmisión eléctrica se encuentra fuera de servicio, en mantenimiento. Aún así, el Gobierno accedió a comprar un 10% de la demanda que había ese momento en importaciones.
Para realizar una compra de energía extranjera, Cammesa le suele pedir autorización a la secretaría de Energía. Según ex funcionarios que participaron del proceso, Cammesa le avisa al Poder Ejecutivo, que aprueba o deniega. El permiso se suele solicitar por teléfono o correo electrónico, o incluso ambos.
Ahora se está investigando si este proceso fue el que generó o precipitó el “apagón”. El ahorro económico asoma como una de las causas. Aunque el suministro eléctrico se fue restableciendo rápido, el costo “reputacional” de la situación -inédita, no sucedió ni en todos los cortes del kirchnerismo- es dificil de medir. Ese domingo, el país se paralizó por más de una hora y media por la falta de energía.
El secretario de Energía, Gustavo Lopetegui, presentará el miércoles un “avance” de la investigación sobre el apagón. Hablará de las razones técnicas.
Desde hace más de un mes, Brasil está ofreciendo hidroelectricidad de bajo costo, por un vertimiento de embalses en la región Sur, es decir que al gigante del Mercosur le sobraba. La compra de energía brasileña generaría un ahorro de US$ 20.000 por hora, según especialistas, en los volúmenes que se hizo. De haberse realizado por todo el fin de semana, supondría un beneficio de entre 2 y 3 millones de dólares, como máximo.
El costo medio monómico del MWh (megavatio hora) local es de $ 2.982,7, según Cammesa. En cambio, el suministro brasileño vale US$ 20 menos, según fuentes del sector. Argentina suele tomar energía eléctrica de Brasil en una suerte de intercambio. Lo que obtiene ahora lo devuelve después de septiembre. Desde ese mes, la secretaría de Energía supone que puede generar electricidad a menor precio, porque baja el gas -principal insumo para la generación térmica- y así retornar lo que le prestaron. La operatoria genera dudas en la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP), que no la entiende del todo, según caracterizan expertos energéticos.
La decisión de ahorrar es tomada por Cammesa, en requerimiento con la secretaria de Energía. Juan Garade, secretario de Recursos Renovables y Mercado Eléctrico, es la máxima autoridad en la materia, detrás de Lopetegui.
La actual administración de Cammesa tiene el mandato de reducir costos. El sistema eléctrico cuesta US$ 9.300 millones anuales. De todas formas, mientras se estima que se llega a un ahorro al cambiar térmico local por hidro importado, el Poder Ejecutivo convalida precios superiores en la generación de “renovables”, ya sea eólicos o fotovoltaicos.
Las líneas de alta tensión eléctrico suelen tener desperfectos. En este caso, Transener le envió una “señal” a Yacyretá cuando notó que una de las líneas no estaba funcionando. Pero ese complejo hidroeléctrico no la recibió. Por eso, continuó con su suministro hasta que la interrumpieron. Es todo cuestión de segundos. Tanta cantidad de energía produjo una “variación de frecuencia” que activó las protecciones automáticas.
El ente regulador (Enre), que esta semana estuvo muy activo en sanciones a Edesur, será el encargado de estudiar el rol de Transener, la empresa de transmisión, en el proceso. En cambio, el desempeño de Cammesa corre por cuenta de políticos.
Fuente Clarin.