Nacionales

Analía Fronti la única mujer en la misión sanitaria de Argentina a China: «Emociones de satisfacción plena»

El primer avión de Aerolíneas Argentinas que partió el miércoles por la tarde desde Ezeiza hacia China viaje con el objetivo de buscar insumos médicos para combatir el coronavirus . La despachante de aeronaves, Analía Fronti, era la única mujer de la tripulación que realizó el viaje. Analía Fronti es despachante de aeronaves y, en comunicación telefónica contó cómo fue su experiencia, desde que decidió participar en el vuelo sanitario de Argentina a China. “Uno se prepara toda la vida, sin querer queriendo para un momento así, cuando se suma a voluntariados para ayudar a las personas, que es una tarea que me gusta realizar más allá de mi trabajo mensual, hizo que fuera cultivando todo esto, por eso en el momento que salió la propuesta no lo dude ni un segundo y tampoco lo sigo dudando ahora, ni me lo cuestiono, ese fue el punta pie inicial para ponerme a disposición”.

Sobre cuando comenzó el viaje contó “ Yo salí de mi casa el miércoles a las 13:00 y volví el sábado por la mañana, eso fueron los días, pero el vuelo duro 62 horas.” Explicó además “La convivencia fue excelente, días anteriores nos juntamos, siempre fueron todos varones, arriba del avión éramos muchos trabajando, para nosotras las mujeres que trabajamos en aeronáutica, gracias al trabajo previo de otras mujeres, es natural, no nos olvidemos que hay comandantes y copilotos mujeres, me sentí más que cómoda, flujo muy natural.”

En cuanto a cómo tomo su familia este viaje tan particular nos dijo “Están acostumbrados, no a esto de ir hasta China en estas condiciones, pero si a mis viajes, pero si esto supero cualquier limite que hubieran imaginado, no vivo con ellos por eso se los comunique por video llamada la noche anterior, porque sabía que no iban a dormir quise acortarle el tiempo de vigilia, fueron emociones encontradas, primero entre el miedo, bronca ,me decían porque te toca ir vos, no puede ir otro, y es lógico porque fue un viaje de otras características, pero después si se les pasó y fue incondicional el apoyo.”

Intrigados por conocer cuál es la labor que cumple contó “Mi trabajo de despachante de aeronave consiste en crear el plan de vuelo, analizo la meteorología, los lugares por donde va a pasar el avión, los aeropuertos disponibles, entre otros factores, previendo que pueda haber problemas y cómo resolverlos. Los datos se cargan en un sistema que propone la mejor ruta y la cantidad de combustible necesaria. La ruta se conversa con el comandante y si las dos partes están de acuerdo, ese plan es lo que se presenta ante las autoridades aeronáuticas para que nos otorguen los permisos para poder realizar el vuelo.

“También se planifica previamente a cada vuelo comercial, lo que es el peso y balanceo del avión, distribuimos la carga, el equipaje y los pasajeros de acuerdo a los estándares del centro de gravedad del avión por fabricante o la compañía, todo esto se lleva antes de despegar en un vuelo de comercial común, los que hayan tenido la bendición de volar pueden ver que entra una persona con papeles a la cabina y vuelve a salir, bueno esos somos nosotros, que llevamos esa documentación una vez que se convirtió en real, llevamos el plan de vuelo y firmamos ambos responsables para que el vuelo pueda despegar.”

El vuelo estaba conformado por 18 tripulantes voluntarios, 12 pilotos, 4 personal técnico, 1 de carga y Analía la única mujer de la tripulación. La totalidad de la carga fue de 13 toneladas, lo que se realizó mediante un protocolo en el que se buscó reducir al mínimo el contacto entre los tripulantes argentinos y el personal externo.

Sobre cómo fueron recibidos en China, nos dio su impresión diciendo, “Cuando abrimos la puerta, un referente de ellos se acercó, había que comenzar a trabajar, a mí solo se me veían los ojos porque tenía todo el equipo protector, me miraban como esperando que alguien más baje a realizar mi trabajo, pero por suerte mis compañeros estaban, me acompañaban a sol y sombra en esto, culturalmente en China estos espacios, entiendo que la mujer no cumple estas funciones en aeronáutica, pero pasado las horas de trabajo se acostumbraron.”

“Todo nuestro equipo contaba con los equipamientos de pies a cabeza, todos estuvimos con los mamelucos especiales, con anteojos protectores, barbijos, tapa pies y guantes, no hubo ningún contacto de piel a piel, ni con los asientos ni las cajas, nada, si bien era incomodo era necesario para trabajar seguros”

Haciendo referencia a cuáles fueron los sentimientos que surgieron una vez que la tarea ya fue realizada expresó con alegría “Las emociones fueron de una satisfacción plena, de una tarea cumplida, más que nada por la devolución que la gente nos dio, como nos esperaron, la buena energía que nos dieron, fue felicidad plena en el momento que se hizo realidad, cuando dijimos trabajo cumplido, esto era lo que había que hacer y lo hicimos.”

Su mensaje final “Cuando uno conecta con lo que realmente siente, más allá del plano físico, cuando uno conecta con un lugar especial, lo demás viene por añadidura, lo elegís desde otro lugar, no porque tenes que, sino porque queres que así sea, entonces por eso mi invitación tanto a las mujeres como a los hombres, dejar integrarnos, tenemos nosotras nuestra parte masculina, y los chicos su parte femenina, porque todos somos uno, y esto queda demostrado, cuando todos somos uno, la cosa va, va por donde tiene que ir, entonces con todo ese miedo que uno siente ante lo que no conoce, háganlo, con miedo pero háganlo, después veremos los resultados pero el miedo a veces tiene que servirnos como un trampolín para realizarlo, esa es mi propuesta. A las mujeres las invito a eso, a que nos integramos, que no tratemos de separarnos más, porque de verdad que es gastar energías en el lugar equivocado, tenemos que usar esa energía para integrarnos.”

Mujeres que vuelan, el amor vence al miedo, en un mundo de palabras y pocos hechos, ella marca la diferencia, si el amor es acción, ella que construyó a puro esfuerzos sus sueños, sin imaginar que, al hacerlo realidad unos años después esos primeros pasos la llevarían a ayudar a miles de argentinos, cruzó el mar con el objetivo claro, sabía que con sus conocimientos, su experiencia y capacidad podía convertir sus palabras en acciones, una acción que empuja a todo un país a seguir luchando y seguir resistiendo.

Fuente: Diario21tv.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.