A 40 años del primer Torneo Argentino de Levantamiento de Pesas en Resistencia

12 noviembre, 2022 Redaccion 2

Un 13 de noviembre de 1982, la ciudad de Resistencia se vestía de gala para recibir al primer Torneo Argentino de Potencia, disciplina enmarcada en el levantamiento de pesas, un deporte poco difundido en aquella época, que tuvo una convocatoria de público inédita para el evento y sirvió de vidriera para demostrar la calidad chaqueña.

El torneo, organizado por el gimnasio “Centanaro”, que era conducido por el vigente José Luis Centanaro, marcó un hito en la historia de las pesas, ya que recibió una inesperada cantidad de público que disfrutó de forma gratuita de los más de 170 deportistas en escena, quienes disputaron la corona durante 12 horas ininterrumpidas, iniciando un sábado y culminando en las primeras horas del domingo siguiente. Además, aquél gran evento tuvo acompañamiento de la radio local, con una transmisión en vivo y en directo hasta el último levantamiento.

En la oportunidad Chaco cerró su participación con siete campeones argentinos de la mano de Miguel Quenardelle, Domingo Angirama y Rolando Frangioli (capitán), en lo que fue la categoría Juveniles, y Hugo Maidana, Héctor Itonaga, Alberto Fretes y el profesor José Luis Centanaro (capitán) en la categoría Mayores. Además, el medallero local se completó con varios subcampeonatos que dejaron en evidencia la calidad pesistica chaqueña.

De izquierda a derecha: Alejandro Di Magio (subcampeón), Rolando Frangioli (campeón), José Luis Centanaro (campeón) y Claudio Abogado.

La competición se convirtió en el noveno torneo nacional fiscalizado por la Federación Internacional de Powerlifting (IPF, por sus sigles en inglés) y la Federación Argentina de Potencia (FALPO), reuniendo competidores de Capital Federal, Córdoba, Corrientes, La Pampa, Tucumán, Santa Fe y Bahía Blanca.

Entre los datos de color, aquella competencia fue la primera en tener una mujer como competidora, lo que dejó el camino abierto para el resto de las interesadas.

La competición tuvo su tinte particular, se daba en solo dos categorías (juveniles y mayores) y en apenas dos tarimas de competición se proponían los levantamientos de manera simultánea, algo que alargó los tiempos del torneo y destrabó el interés del público que, de forma constante, se renovaba en las gradas para acompañar aquél histórico momento que se vivía en el club remero.

Más allá de lo deportivo, la organización de tal evento fue una revolución en la ciudad, ya que convocó personas de todo el país que acapararon todas las opciones de alojamiento, debiendo muchos competidores ser albergados en casas particulares y hasta en la sede del Regimiento, quienes prestaron sus instalaciones.

Desde su origen, precisado en el primer torneo realizando en 1965 en Estados Unidos, el “levantamiento de potencia” se caracterizó por ser un deporte de fuerza máxima, vinculado con la técnica en la realización de tres movimientos: sentadillas, press de banca y despegue (peso muerto), algo que fue abriendo paso a la evolución constante de la práctica al punto de ser incluida en los Juegos Olímpicos.