Policiales

A 29 años de la «Masacre de Flores», el condenado fue incorporado a un programa de «prelibertad»

A 29 años de la denominada «Masacre de Flores», en la que murieron cuatro integrantes de una misma familia y un amigo tras el incendio intencional de una vivienda, el autor de los crímenes fue incorporado este mes a un programa de «prelibertad», por lo que Matías Bagnato, el único sobreviviente, aseguró que «no podría vivir tranquilo» en caso de que sea excarcelado.

Es que la defensa de Fructuoso Álvarez González (62), quien fue condenado a prisión perpetua por el hecho, pidió el pasado 1 de febrero a la Justicia que el hombre obtenga la libertad condicional, luego de cumplir más de dos décadas tras las rejas.

Ante esa situación, la jueza de Nacional de Ejecución Penal 1, María Jimena Monsalve, ordenó que Álvarez González sea incorporado en un programa de «prelibertad» y solicitó al Servicio Penitenciario Federal (SPF) la elaboración de una serie de informes socioambientales para evaluar si el recluso está en condiciones de ser excarcelado.

«Se hace saber que el informe social deberá contar con la correspondiente constatación policial actualizada del domicilio y el acta de conformidad del referente propuesto. De igual modo, con el objeto de respaldar al condenado en su progresividad dentro del régimen penitenciario, como así también en su (eventual) retorno al medio libre, corresponde requerir su incorporación al programa de prelibertad, debiendo elevar todos los informes pertinentes», señaló la magistrada Monsalve en un escrito en el que notificó a las partes el inicio del trámite de libertad condicional Álvarez González.

Al respecto, Bagnato (45) expresó que se sintió «muy mal» al enterarse del nuevo pedido de la defensa y señaló que no puede pasar «ni un año tranquilo».

«Me puse muy mal cuando me enteré. La Justicia le da la posibilidad de pedir su libertad cada 6 meses y esto lo viene haciendo hace 11 años. Hasta ahora los pedidos salieron a mi favor, pero pasar todos los años por esta instancia es destructivo», afirmó Bagnato.

A diferencia de anteriores años en los que el asesino pidió su libertad, en esta ocasión la jueza de Ejecución es la mencionada Monsalve, que reemplazó a su par José Pérez Arias, quien le había negado la excarcelación al autor de la «Masacre de Flores» en reiteradas oportunidades.

Al respecto, Bagnato señaló: «No la conozco. Voy a esperar a que estén los estudios del penal y el interdisciplinario. Luego de eso le pediré una audiencia para hablar con ella».

A su vez, el sobreviviente explicó su temor a que Álvarez González recupere la libertad ya que «los informes previos dicen que él tiene rasgos psicopáticos» y que «no está arrepentido de lo que hizo».

«Si veía que los informes le salían bien, por lo menos estaría más tranquilo. Pero al leer los informes que yo leí, no puedo estarlo. Él manifestó que tiene ira hacia mi persona. Después de vivir lo que yo viví, lo creo capaz de cualquier cosa», manifestó Matías, que anticipó: «Si él sale, voy a tener que tener custodia policial las 24 horas y es un garrón. Siento que yo voy pasar a estar preso y él libre».

En ese contexto, Bagnato expresó su disconformidad con la Justicia, al permitir que el condenado pueda pedir su libertad condicional cada seis meses.

«Me da bronca que se permita eso. Yo no entiendo como un psicópata pueda cambiar en 6 meses su situación. No cambió en 29 y va a cambiar ahora… Siento que es de nunca acabar. Acá matar una persona y matar diez es lo mismo. Ningún sentido común encuadra con lo que piensa cualquier ciudadano en nuestro país. Es de locos», exclamó.

Por otro lado, la abogada que representa a Fructuoso Álvarez González, Patricia Croitoru, indicó que su defendido «está pasado del término» que indica su condena y confirmó que sigue alojado en el Complejo Federal de Ezeiza 1.

A su vez, la letrada hizo mención al pedido de fijación de pena de su asistido, que fue rechazado en junio del año pasado por la Cámara de Casación Penal.

«En el caso de Fructuoso, tiene la posibilidad de salir con condicional ya que no es reincidente. Con ese argumento, los camaristas decidieron no fijar su pena», señaló.

En ese sentido, la letrada sostuvo que «es muy difícil» que la pena de su cliente pueda ser fijada debido a «la mediatización» que tuvo el caso.

«Es muy probable que haya que llegar a tribunales internacionales. Participé de casos en los que un condenado a perpetua con reincidencia tenía fijada la pena. En un caso así, con una pena menos gravosa, debería pasar lo mismo», justificó Croitoru.

La «Masacre de Flores» ocurrió el 17 de febrero de 1994 cuando se originó un incendio en una casa de la calle Baldomero Fernández Moreno y Pumacahua, en el barrio de Flores, y murieron José Bagnato (42); su esposa Alicia Plaza (40); sus hijos Fernando (14) y Alejandro (9) y Nicolás Borda (11), un amigo del menor de ellos que esa noche se habí­­a quedado a dormir.

Los investigadores determinaron que el incendio había sido originado de manera intencional por Álvarez González, exsocio de José Bagnato, quien arrojó dos bidones con combustible y encendió el fuego.

El imputado fue condenado a prisión perpetua en 1995, pero por tener su ciudadanía española, en 2004 fue extraditado a ese país para terminar de cumplir su condena.

En España lo liberaron y fue recapturado en la Argentina en 2011, luego de amenazar de muerte a Bagnato.

Matías hoy forma parte del Observatorio de Víctimas de Delitos junto a familiares de otras víctimas de casos de violencia, entre ellos de Ángeles Rawson, de la tragedia de Once y de Cromañón.

Gracias al impulso del observatorio, fue sancionada la Ley 27.372 de Derechos y Garantías de las Personas Víctimas de Delitos, mediante la cual se creó el Centro Nacional de Asistencia a las Víctimas de Delitos para asistir y asesorar tanto a familiares como a víctimas de hechos de violencia.

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